Donald Trump llega a la Casa Blanca con fuertes advertencias para sus aliados de la OTAN acerca de los fondos destinados a la defensa, bajo la premisa de que los gobiernos europeos deben involucrarse más en su propia seguridad. La semana pasada, el republicano elevó la apuesta y le exigió a los países de Europa que destinen a la defensa un 5% de su PBI. En este marco, el jefe de gobierno alemán sostuvo el lunes que no es posible hacer lugar a tales demandas. «Un cinco por ciento serían más de 200.000 millones de euros (USD 204.000 millones) al año, el presupuesto federal no llega a 500.000 millones», declaró Olaf Scholz durante un acto de campaña. En esta línea, el mandatario europeo aseguró que la cifra exigida por Trump solo podría ser alcanzada con incrementos masivos de impuestos o recortes en muchas otras áreas que el gobierno considera importantes, dando a entender que la meta propuesta no es viable.

En tanto, Scholz prometió que Alemania cumplirá con la cifra pautada por la OTAN en el año 2014 para el gasto en defensa, de al menos un 2% del PBI, respectivamente. El Estado alemán logró cumplir dicha meta una década más tarde, en 2024, a través de un fondo especial de USD 100.000 millones, financiado con crédito y destinado a la modernización de las fuerzas armadas. «Garantizo que seguiremos gastando el dos por ciento de nuestra producción económica en defensa. Quien diga que ese no es el camino a seguir debe decir también de dónde debe salir el dinero», declaró el canciller alemán, sugiriendo que la meta planteada por Trump no es sostenible en términos financieros.