El gobierno de Alemania confirmó que asumirá el pago de los salarios correspondientes a octubre de alrededor de 11.000 empleados locales que trabajan en bases militares de Estados Unidos en territorio alemán, ante el riesgo de que la paralización del gobierno estadounidense interrumpa el pago de sueldos. La decisión fue anunciada por una portavoz del Ministerio de Finanzas, quien afirmó que se trata de un gasto “no programado” destinado a garantizar la estabilidad laboral del personal.
La medida tiene lugar después de que un sindicato alertara que la administración estadounidense podría suspender temporalmente los pagos, lo que afectaría directamente a los trabajadores contratados bajo legislación alemana. De este modo, la organización sindical advirtió que cualquier interrupción en los salarios sería una violación de las normas laborales vigentes en el país.
Según explicó el Ministerio de Finanzas, aún no se ha confirmado si Estados Unidos continuará realizando los pagos durante la duración del cierre, pero el gobierno alemán decidió actuar de manera preventiva. Para ello, Berlín y el estado federado de Renania-Palatinado, donde se concentran varias instalaciones estadounidenses, acordaron cubrir de manera conjunta los salarios hasta que la situación se normalice. Una vez levantado el cierre presupuestario, Alemania espera recibir el reembolso correspondiente por parte de Washington.
La portavoz del ministerio destacó que la iniciativa constituye “una muestra de solidaridad con las fuerzas armadas estadounidenses estacionadas en Alemania y sus empleados civiles”. El cierre del gobierno en Washington, provocado por la falta de acuerdo presupuestario en el Congreso, es de especial preocupación para el personal norteamericano en el exterior. En las instalaciones que Estados Unidos mantiene en Alemania, entre las cuales figura la base aérea de Ramstein, operan miles de soldados estadounidenses y alrededor de 11.000 empleados civiles, contratados localmente bajo legislación alemana.
