Según reportaron numerosos medios internacionales, el Ministerio de Defensa alemán planea adquirir 15 aviones de combate F-35A adicionales al fabricante estadounidense Lockheed Martin, por un valor estimado de USD 2.900 millones. La información, presuntamente filtrada a la prensa alemana a través de documentos confidenciales destinados al comité presupuestario del Bundestag, eleva a 50 el número total de cazas furtivos que serán incorporados por la Fuerza Aérea alemana. Esta nueva compra refuerza el compromiso de Berlín con la modernización de sus fuerzas armadas y con las metas de defensa establecidas por la OTAN.
Alemania había encargado 35 F-35A en marzo de 2022, en el marco del fondo especial de USD 100.000 millones anunciado por el canciller Olaf Scholz tras la invasión rusa a Ucrania. Dicho programa de inversión tiene por objetivo la modernización de las capacidades de la Bundeswehr (FFAA alemanas) y el reemplazo los antiguos cazabombarderos Tornado, en servicio desde la década de 1980 y programados para su retiro definitivo hacia 2030. En esta línea, los F-35 asumirán una función clave dentro del esquema de disuasión nuclear de la OTAN, ya que su diseño permite transportar bombas nucleares estadounidenses almacenadas en la base aérea de Büchel, en Renania.
El plan actual, que aprovecha una excepción presupuestaria para gastos de seguridad, permitiría financiar las nuevas aeronaves fuera de las restricciones fiscales habituales. Según las proyecciones del Ministerio de Defensa, las primeras entregas del pedido inicial llegarán entre 2026 y 2027, mientras que los 15 F-35 adicionales se incorporarían a partir de 2030. Con esta expansión, Alemania apunta a cumplir con las nuevas exigencias de defensa colectiva definidas por la Alianza Atlántica, y a consolidar el aparato militar convencional más importante de Europa.
Sin embargo, la nueva adquisición podría reavivar las tensiones con Francia en el marco del Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS), proyecto conjunto europeo concebido para sustituir en el largo plazo al Eurofighter y al Rafale. Desde 2022, París y Berlín mantienen diferencias sobre la financiación y los plazos del programa, que atraviesa numerosas dificultades y ha sido motivo de discordia entre Francia y Alemania.
En paralelo, el Bundestag aprobó este mes la compra de 20 cazas Eurofighter Typhoon Tranche 5, por USD 4.300 millones, con entregas previstas entre 2031 y 2034. Los nuevos aviones, fabricados por un consorcio europeo encabezado por Airbus, contarán con radares de barrido electrónico E-scan y sustituirán a parte de la flota más antigua en servicio. Esta adquisición complementa el programa del F-35, que seguirá siendo la columna vertebral de la capacidad de ataque y disuasión nuclear alemana en el corto y mediano plazo.