Un informe publicado recientemente por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) arrojó que la balanza comercial del país registró un superávit de USD 15.000 millones en lo que va del año, luego de haber cerrado el 2023 con un déficit comercial de más de USD 6.000 millones.
Asimismo, según proyecciones privadas, luego de 9 meses con superávit comercial, la Argentina se encamina a finalizar el año con un saldo positivo de USD 21.000 millones, el más alto desde 2009.
Si bien el superávit se explica principalmente por el marcado descenso de las importaciones, que se redujeron en un 24% producto de la recesión económica, las exportaciones aumentaron en un 15%, alcanzando un valor de USD 59.000 millones. De este modo, el saldo positivo es consecuencia de un doble efecto.
Dicho efecto se concentra en el comercio de Productos Primarios, donde hubo una recuperación respecto al año anterior, lo cual explica el aumento de las exportaciones. En esta línea, el sector de la carne y demás productos de origen animal, registró un aumento del 7% en los envíos al exterior, acompañado de un descenso del 26% de las importaciones. Adicionalmente, los volúmenes de exportación de carne vacuna fueron los más altos en más de 50 años.
Mientras tanto, la exportación de productos vegetales, entre los que se encuentran el maíz, el trigo y la soja, aumentó en 26% (casi USD 3.000 millones) respecto al 2023, en paralelo a una reducción del 40% de las importaciones.
Un sector clave que experimentó una notable mejora, fue el energético. Las exportaciones de gas, petróleo y sus derivados, tuvieron un aumento de casi el 30%, pasando de USD 5.000 millones el año pasado a USD 6.500 millones en 2024. Del mismo modo, la importación de combustibles minerales se redujo de USD 7.200 millones a USD 3.900 millones este año, un descenso del 46%. De esta manera, la Argentina deja de ser un país importador de combustibles para convertirse en exportador. En tanto, comienza a plasmarse en la balanza comercial energética, el aumento de la actividad de Vaca Muerta, que en los últimos 9 meses realizó la misma cantidad de fracturas para extracción de hidrocarburos que en todo el 2023.