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Argentina revoluciona el sistema energético: Nuevo modelo privado impulsa las exportaciones de gas natural

Con el gas natural representando alrededor del 55% del consumo energético del país, Argentina busca consolidar su liderazgo regional con un modelo basado en la iniciativa privada.

Publicado el 4 de febrero de 2025 por Redacción Radar Internacional
Argentina revoluciona el sistema energético: Nuevo modelo privado impulsa las exportaciones de gas natural

Argentina avanza en su estrategia de consolidarse como proveedor de energía en la región con la expansión del Gasoducto Perito Francisco Pascasio Moreno. A través del Decreto 54/2025, el gobierno ha aprobado una inversión privada para incrementar en 14 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/d) la capacidad de transporte de gas natural, asegurando un mayor flujo hacia Brasil y otros mercados del Cono Sur. Esta iniciativa responde a la creciente demanda de energía en la región y establece un nuevo esquema de financiamiento privado en el sector energético argentino.

El proyecto estará liderado por Transportadora de Gas del Sur S.A. (TGS), la empresa encargada de ampliar la capacidad de transporte de gas natural en Argentina. Según el Decreto 54/2025, TGS propone incrementar la capacidad en 14 MMm³/d en el tramo que conecta Tratayén (Neuquén) con Salliqueló (Buenos Aires). La obra incluirá la ampliación y adecuación de dos plantas compresoras existentes y la construcción de tres nuevas, mejorando la infraestructura de transporte del país.

Además, esta iniciativa introduce un nuevo modelo de régimen de contratación, permitiendo a TGS celebrar contratos libremente negociados con productores y/o cargadores para la construcción o ampliación de la infraestructura, sin necesidad de recurrir a fondos públicos. Como parte del plan de integración energética nacional, el proyecto será incorporado dentro de la concesión otorgada previamente a Energía Argentina S.A. (ENARSA), asegurando su coherencia con el marco regulatorio vigente.

El ministro de Economía, Luis Caputo, firmó un acuerdo en el G20 con su par brasileño para garantizar el suministro de gas argentino a Brasil, lo que refuerza la relevancia de esta obra. Si bien el Decreto 54/2025 no menciona explícitamente este acuerdo, se puede considerar una medida que facilita su implementación, ya que mejora la infraestructura necesaria para incrementar la capacidad de transporte de gas dentro del país. La expansión del gasoducto permitirá sustituir parte del gas que Brasil importa de Bolivia y consolidar un nuevo eje energético entre ambas economías. Brasil, en proceso de diversificación de su matriz energética, ha manifestado su interés en establecer acuerdos de suministro a largo plazo, lo que podría representar una fuente de ingresos estable para Argentina.

A diferencia de experiencias previas de financiamiento privado en infraestructura energética, este proyecto introduce un modelo de iniciativa privada integral, en el cual el Estado no participa en la financiación ni en la gestión operativa. La obra, liderada por TGS, se basa en contratos de reserva de capacidad de transporte a largo plazo, donde las empresas exportadoras aseguran la inversión sin intervención estatal. Este modelo, diferenciado de esquemas anteriores, se alinea con prácticas de mercados energéticos avanzados como Estados Unidos y Australia, donde la expansión de redes de transporte de gas se realiza sin depender de financiamiento público. De este modo, Argentina busca consolidar un esquema de infraestructura energética sustentado enteramente en capital privado, minimizando la carga fiscal y promoviendo la eficiencia del sector.

Relevancia del gas en el mercado energético argentino

Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) sobre indicadores energéticos, el gas natural representa cerca del 55% del consumo total de energía en Argentina. Sin embargo, en las últimas décadas, el sector ha enfrentado una marcada decadencia, con una disminución sostenida de las exportaciones debido a limitaciones en infraestructura, cambios en la regulación y una producción fluctuante. La falta de inversión en el sector provocó que Argentina pasara de ser un exportador neto a depender de importaciones estacionales para abastecer su demanda interna. En el tercer trimestre de 2024, el gas entregado neto a las centrales eléctricas alcanzó los 8.105,7 millones de m³. Esta tendencia resalta la necesidad de expandir la infraestructura y mejorar la capacidad de producción para recuperar la competitividad y garantizar un abastecimiento confiable tanto para el mercado interno como para el regional.

El gasoducto también impactará en el comercio con Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay, que han aumentado su demanda de energía en los últimos años. Brasil, con su creciente diversificación energética, busca reducir su dependencia del gas boliviano y fortalecer sus lazos comerciales con Argentina. En 2024, las exportaciones argentinas de combustibles y energía alcanzaron los 1.032 millones de dólares, con Brasil como uno de los principales receptores. Chile, el principal destino de las exportaciones argentinas de combustibles y energía, ya ha incrementado sus importaciones, representando una parte significativa del superávit comercial energético de 9.677 millones de dólares registrado en el último año. En Uruguay y Paraguay, la ampliación del gasoducto permitiría precios más competitivos y una mayor disponibilidad del recurso, favoreciendo su consumo industrial y doméstico. Según datos oficiales, Paraguay importa alrededor del 25% de su energía de Argentina, mientras que Uruguay diversifica sus compras con un 18% proveniente del mercado argentino. Se estima que las exportaciones de gas a estos países aumentarán en un 30% en los próximos cinco años, consolidando a Argentina como un proveedor energético clave en el Cono Sur.

La industria energética considera que este desarrollo podría ser un primer paso para que Argentina ingrese en el mercado de Gas Natural Licuado (GNL), con posibles exportaciones hacia Europa y Asia. Brasil, con su demanda en aumento, podría convertirse en un socio clave en esta transición, reforzando la relación comercial bilateral. La implementación de infraestructura de licuefacción en puertos estratégicos como Bahía Blanca y Necochea podría ser fundamental para la internacionalización del gas argentino en los próximos años.

El Decreto 54/2025 establece una expansión de infraestructura dentro de un esquema financiero novedoso. Argentina busca consolidar su capacidad exportadora con inversiones privadas, estabilidad regulatoria y una mayor competitividad en el mercado energético regional. Con el respaldo de acuerdos bilaterales y la demanda creciente en la región, el proyecto se destaca como uno de los más relevantes en materia de infraestructura energética en los últimos años.

Por Ramiro Cura.

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