En un nuevo episodio de tensión diplomática entre Estados Unidos y Colombia, los gobiernos de Donald Trump y Gustavo Petro llamaron a consultas a sus respectivos representantes. El Departamento de Estado, encabezado por Marco Rubio, citó al Encargado de Negocios de la Embajada estadounidense en el país sudamericano, John McNamara.
La vocera del Departamento de Estado, Tammy Bruce, dijo en un comunicado que el máximo representante de Washington en Bogotá fue llamado «para consultas urgentes luego de declaraciones infundadas y reprensibles de los más altos niveles del gobierno de Colombia». Adicionalmente, añadió que Estados Unidos tomará más medidas para dejar clara su «profunda preocupación por el estado actual de la relación bilateral».
Tras la decisión del gobierno de Trump, Gustavo Petro anunció vía X que llamaría a consultas a su Embajador en Washington, Daniel García Peña. «Debe venir a informarnos del desarrollo de la agenda bilateral», escribió el mandatario colombiano en sus redes sociales.
Estados Unidos no dio detalles sobre los motivos puntuales de la decisión, que se suma a una serie de fricciones que vienen deteriorando las relaciones bilaterales de Washington y Bogotá desde hace meses. El primer desencuentro tuvo lugar a finales de enero de este año, cuando Trump y Petro tuvieron un cruce por la deportación de migrantes colombianos en Estados Unidos.
En aquella ocasión, el mandatario norteamericano suspendió temporalmente los servicios consulares después de que Petro se negara a autorizar que aviones militares estadounidenses aterricen en Colombia para devolver a los migrantes a su país de origen. Luego de un ida y vuelta de amenazas entre ambos presidentes, un acuerdo diplomático logró desescalar las tensiones y evitar un enfrentamiento comercial entre los dos países.
El mes pasado, Marco Rubio lanzó duras críticas contra el gobierno de Petro tras el intento de asesinato al senador colombiano y precandidato presidencial Miguel Uribe. Según el Secretario de Estado de Trump, el hecho fue «resultado de la violenta retórica izquierdista proveniente de los niveles más altos del gobierno colombiano».

Esta semana, la fiscalía colombiana abrió una investigación acerca de un presunto complot para derrocar a Petro, con ayuda de políticos locales y estadounidenses. Al respecto, el mandatario latinoamericano aseguró que se trata de «una conspiración con el narcotráfico y, al parecer, la extrema derecha colombiana y estadounidense».
En paralelo a este nuevo cruce entre Washington y Bogotá, el día jueves presentó su renuncia la Canciller del gobierno colombiano, Laura Sarabia. A través de una carta dirigida a Petro, la ex funcionaria explicó los motivos de su decisión:
En los últimos días, se han tomado decisiones que no comparto, y que por coherencia personal y respeto institucional, no puedo acompañar. No se trata de diferencias menores ni de quien tiene la razón. Se trata de un rumbo que, con todo el afecto y respeto que le tengo, ya no me es posible ejecutar.
