Radar Austral

Comercio argentino-brasileño: entre la reducción del déficit comercial y la desintegración

En los primeros 9 meses del año, el déficit comercial con Brasil se redujo considerablemente, pero las cifras no son del todo positivas.

Publicado el 11 de noviembre de 2024 por Redacción Radar Internacional
Comercio argentino-brasileño: entre la reducción del déficit comercial y la desintegración

Según el INDEC, el comercio entre Argentina y Brasil experimentó una notoria variación con respecto al año pasado, ya que la brecha entre el valor de las exportaciones argentinas y las importaciones brasileñas disminuyó ampliamente en favor de Buenos Aires.

De este modo, el déficit comercial que tiene la Argentina con su principal socio en esta área, pasó de USD 5.000 millones en los primeros en 2023, a tan solo USD 230 millones este año, un descenso de más de USD 4.000 millones en beneficio de Argentina.

Esto se debe a una reducción del 29% en el flujo de importaciones brasileñas, acompañada de una suba del 10% en las exportaciones argentinas, de modo que la disminución del déficit comercial se explica principalmente por la baja en las importaciones, situación que se repite en todos los vínculos comerciales de la Argentina en los últimos 9 meses, debido a la recesión económica.

Sin embargo, el estado del comercio con Brasil suscita una lectura ambivalente…

Por un lado, en el contexto económico actual, la reducción del déficit comercial es un efecto positivo, mejorando la balanza de pagos y aumentando la disponibilidad de dólares. En tanto, la disminución de las importaciones provenientes de Brasil permitió reducir el saldo negativo en más de USD 4.000 millones. Por lo tanto, podría decirse que a corto plazo, y en función de las necesidades actuales del país, se trata de una buena noticia.

No obstante, esta variación es parte de una tendencia mucho menos positiva, el enfriamiento de los vínculos comerciales con nuestro principal socio. Desde hace algunos años se evidencian signos de la desintegración comercial entre Buenos Aires y Brasilia, en detrimento de los intereses de ambas partes.

Mientras se busca que el Acuerdo UE-Mercosur llegue a buen puerto, el bloque sudamericano está cada vez más fragmentado, a medida que el volumen del comercio entre sus dos principales miembros es cada vez menor. Un bloque con fisuras no es un buen incentivo para la parte europea.

Brasil es el destino del 17% de las exportaciones argentinas y la octava economía del mundo, además de un socio clave para la Argentina en numerosas áreas más allá de lo comercial. El fortalecimiento de las relaciones es fundamental no solo en términos económicos sino también geopolíticos, el aumento del flujo comercial, y el establecimiento de cadenas de valor integradas permitiría una interdependencia que haga converger los intereses de ambos países.

Asimismo, nuestra incipiente industria de defensa puede encontrar en el complejo industrial brasileño buenas oportunidades para potenciarse. Un buen ejemplo de esto es FAdeA, que actualmente tiene un contrato con la empresa aeronáutica Embraer para la venta de componentes destinados a la fabricación del C-390 Millenium, avión militar de carga cuya exportación ha sido un éxito.

En los últimos dos meses, FAdeA concretó tres entregas de equipamento para el Programa C-390 Millenium de Embraer, mientras que al día de hoy la aeronave suma 6 compradores europeos (Austria, Hungría, República Checa, Países Bajos, Portugal, y Suecia). De este modo, una mayor integración con Brasil permitiría no solo potenciar nuestra industria de defensa sino también posicionar productos en el mercado internacional.

Por el contrario, la creciente reducción de los vínculos comerciales tira por la borda numerosas oportunidades económicas para ambos países, mientras que el fortalecimiento del vínculo con Brasil es fundamental para los intereses argentinos.

Compartí tu opinión