El Gobierno de Costa Rica iniciará este año la construcción de una cárcel de máxima seguridad que albergará a criminales de alta peligrosidad, siguiendo el modelo del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) de El Salvador.
La decisión, anunciada por el Ministro de Justicia, Gerald Campos, responde al aumento de la violencia asociada a las bandas criminales y a la sobrepoblación carcelaria que, según advirtió, amenaza con hacer colapsar el sistema penitenciario. «Si no hacemos esto, el sistema colapsará y corremos el riesgo de conflictos internos, toma de rehenes y disturbios», sostuvo Campos ante legisladores costarricenses.
La propuesta estaba prevista inicialmente para 2026, pero se resolvió acelerarla debido al aumento de los homicidios en 2025 (543 hasta la fecha). Costa Rica, tradicionalmente considerado el país más seguro de Centroamérica, alcanzó en 2023 la tasa de homicidios más alta de toda su historia (17,2 por cada 100.000 habitantes).
El nuevo complejo recibirá el nombre de Centro de Alta Contención del Crimen Organizado (CACCO), y tendrá capacidad para 5.100 reclusos, lo que aumentará en un 40 % la capacidad penitenciaria del país. El proyecto, con un presupuesto de USD 35 millones, contará con planos, modelos y tecnología de seguridad desarrollados con la asesoría técnica de El Salvador.
Campos visitó en abril la megacárcel salvadoreña que alberga a 40.000 criminales, y subrayó que la presente iniciativa busca evitar motines, tomas de rehenes y el control del crimen organizado desde adentro de los centros penitenciarios.
Por otro lado, la inseguridad es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía costarricense según encuestas recientes, por lo que se perfila como tema central en la campaña para las elecciones presidenciales de 2026.