Este miércoles, en medio de los habituales controles realizados por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires durante las fiestas, los agentes de tránsito detuvieron en el barrio porteño de Recoleta a un vehículo de la Embajada rusa, en el que viajaba un miembro del personal diplomático. El sujeto en cuestión, identificado luego como Sergei Baldín, se rehusó a mostrar los papeles del auto y a someterse a un test de alcoholemia, alegando ser diplomático.
Horas más tarde, otro vehículo con chapa diplomática fue demorado en el mismo control, ubicado a unas pocas cuadras de la Embajada de Rusia. En tanto, el primero de los diplomáticos en ser frenado, se atrincheró en el interior de su auto y permaneció allí durante horas, en el marco de un escándalo diplomático que tuvo lugar unos días después de que la Embajada argentina en Ucrania sufriera daños tras un ataque a Kiev.
Con el hombre encerrado en el vehículo y periodistas agolpándose en la zona, debió intervenir la policía de la ciudad, Cancillería y el Ministerio de Seguridad de la Nación. Tras el llamado de los agentes de tránsito, la policía porteña acudió al lugar, y los oficiales escoltaron al individuo hasta la Embajada, donde posteriormente se le labró un acta.
Según se informó, Cancillería envió al Departamento de Seguridad Diplomática de la Policía Federal Argentina para que se hiciera cargo de la situación, cumpliendo con las normas de la Convención de Viena que regulan la actividad diplomática.
Mientras los periodistas se aglutinaban en las afueras de la Embajada, el primer secretario de la representación rusa salió del edificio para hablar con la prensa y sostuvo que la situación constituye «una grave violación al derecho internacional», y que no se había respetado la inmunidad diplomática, señalando que los vehículos no pueden ser objetos de ninguna parada, registro o embargo.
La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas determina en su artículo 29 la inviolabilidad del agente diplomático, lo que implica que estos no pueden ser arrestados ni detenidos. Asimismo, deben ser protegidos por el Estado receptor. Si bien el artículo 41 de la convención establece que “todas las personas que gocen de privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor”, el artículo 31 otorga a los diplomáticos inmunidad frente a la jurisdicción civil y penal del Estado en el que se encuentran cumpliendo funciones.
Es en la misma Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas en el artículo 9 donde se establece que un diplomático pueda ser considerado «persona non grata» sin necesidad de justificar el por qué, y con eso el Estado receptor puede solicitar su retirada.
Cabe resaltar también que es sobre este mismo tratado en la que se apoya Argentina para exigir la inviolabilidad de la sede diplomática en Caracas, frente al hostigamiento del gobierno venezolano.
El mundo de la diplomacia es complejo y duro. No todo es binaria la diplomacia ni tampoco lo son la respuesta a los incidentes que pueden darse.
Debido a esta situación, la diputada Marcela Pagano, de La Libertad Avanza, abrió su camino unilateral y presentó una denuncia penal contra los agentes de tránsito que retuvieron a los diplomáticos rusos, bajo la acusación de haber violado las obligaciones internacionales del Estado argentino, al no respetar el status de los dos individuos demorados. En la realidad, en ningún momento se los detuvo formalmente a estos diplomáticos sino que mientras se resolvía como proceder había quedado demorado en su propio auto, luego siendo escoltado y habiendose labrado el acta correspondiente.
«Ante los hechos de público conocimiento sobre los agentes diplomáticos de la Federación Rusa me veo obligada en mi condición de Presidenta del Grupo de Amistad Parlamentario a hacer una serie de aclaraciones sobre el tema«, sostuvo la diputada. En esta línea, argumentó que «el artículo 31 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, establece que los medios de transporte no podrán ser objetos de ninguna requisa y a su vez el artículo 42 también agrega que no están sujetos a la jurisdicción de las autoridades judiciales y administrativas. Esto incluye controles vehiculares”.