Según el comunicado de la Agencia de Cooperación de Seguridad de Defensa (DSCA), el gobierno saudí solicitó la adquisición de 1000 misiles AIM-120C-8 AMRAAM (Advanced Medium Range Air-to-Air Missile). El paquete, que incluye repuestos y equipos asociados, tiene un valor estimado de USD 3500 millones.
«Esta venta respaldará los objetivos de política exterior y seguridad nacional de Estados Unidos al mejorar la seguridad de un país socio que contribuye a la estabilidad política y al progreso económico en la Región del Golfo» afirma el comunicado emitido por la agencia.
Esta posible venta tiene lugar una semana antes del viaje de Trump a Arabia Saudita, en lo que será su primera visita a Medio Oriente desde su regreso a la Casa Blanca en enero de este año. Adicionalmente, fuentes del Pentágono le habrían manifestado a Reuters que Washington estaría dispuesto a ofrecerle a Riad un paquete de armas valuado en USD 100.000 millones. Según informó la agencia de noticias, la propuesta habría sido preparada para ser presentada al gobierno saudí en el marco de la visita de Trump.
En medio de los numerosos focos de conflicto en Medio Oriente, Arabia Saudita tiene un rol cada vez más importante en la arquitectura de defensa del Golfo, así como en el esquema de alianzas de Washington en la región.
«Nuestra relación de defensa con el Reino de Arabia Saudita es más sólida que nunca bajo el liderazgo del presidente Trump. Mantener nuestra cooperación en materia de seguridad sigue siendo un componente importante de esta alianza y seguiremos trabajando con Arabia Saudita para abordar sus necesidades de defensa» dijo a Reuters la semana pasada una fuente del Pentágono.
Además, el fortalecimiento de los lazos militares de Washington y Riad, se da en paralelo a las negociaciones que la administración Trump viene entablando con Irán para frenar el desarrollo de su programa nuclear. En este marco, algunos sectores del gobierno presionan para tomar la vía militar y atacar a Teherán.
Por el momento, Trump viene resistiendo las presiones internas y externas, y las negociaciones con el gobierno iraní continúan. Mientras tanto, armar a Arabia Saudita podría ser una alternativa para contener la influencia iraní, sin tener que comprometer fuerzas propias de manera directa.