Estados Unidos mató a cuatro personas en un ataque contra un barco que se desplazaba cerca de la costa de Venezuela y que, según Washington, transportaba drogas ilegales con destino a Norteamérica. El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, anunció este viernes que la operación fue dirigida bajo órdenes directas del presidente Trump.

En un mensaje publicado a través de X, Hegseth aseguró que la embarcación fue alcanzada en aguas internacionales y que “transportaba cantidades sustanciales de narcóticos destinados a envenenar a nuestro pueblo”.

El ataque tuvo lugar un día después de que altos funcionarios del gobierno de Trump notificaran al Congreso que Estados Unidos se considera en “un conflicto armado no internacional” contra los cárteles de la droga. Esta notificación incluyó un memorando confidencial y una sesión informativa a puerta cerrada ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado.

El documento sostiene que las acciones de contrabando de los cárteles constituyen “un ataque armado contra Estados Unidos” y califica a grupos como el Tren de Aragua como “organizaciones terroristas«, un cambio de estatus que, según la Casa Blanca, permite al presidente actuar bajo sus poderes del Artículo II de la Constitución para responder en defensa propia.

El ataque del viernes es el cuarto de este tipo en pocas semanas. Las tres operaciones previas, realizadas en el Caribe, dejaron un saldo de 17 muertos y generaron una fuerte condena internacional por el uso de misiles y drones contra barcos fuera de aguas estadounidenses. En un video de 40 segundos difundido por Hegseth se observa cómo una serie de proyectiles impacta en una embarcación que estalla al instante. Hegseth defendió la operación alegando que los ataques continuarán “hasta que terminen los ataques contra el pueblo estadounidense”.