El Departamento de Estado aprobó una posible venta militar a Australia que incluye cuarenta y ocho sistemas de artillería de alta movilidad M142 HIMARS, junto con vehículos de reabastecimiento, remolques, sistemas de comunicación, repuestos y servicios logísticos. Según el comunicado de la Defence Security Cooperation Agency (DSCA), la operación tiene un costo aproximado de USD 705 millones.
La DSCA justificó la autorización al señalar que Australia es uno de los aliados más importantes de Estados Unidos en el Pacífico Occidental, subrayando que su ubicación estratégica contribuye a la estabilidad de la región. Además, destacó que la adquisición mejorará la capacidad de Canberra para enfrentar amenazas, reforzar la defensa del territorio y la seguridad de infraestructuras críticas, y potenciar la interoperabilidad con las fuerzas estadounidenses.
Esta compra complementa una serie de adquisiciones previas para las fuerzas armadas australianas. En 2022, el gobierno encargó a Estados Unidos veinte HIMARS y misiles balísticos tácticos ATACMS por aproximadamente USD 385 millones. Un año después, en el marco de una nueva doctrina militar que prioriza el fortalecimiento de la defensa en el norte del país, Canberra adquirió otros veintidós sistemas. Las primeras unidades llegaron en marzo de este año y fueron empleadas en julio en ejercicios de fuego real durante el ejercicio multinacional Talisman Sabre.

La adquisición de los HIMARS ha sido calificada por el propio Departamento de Defensa australiano como un cambio radical para la Fuerza de Defensa Australiana, al dotarla de una capacidad de ataque de largo alcance considerada clave para la seguridad nacional y regional. No obstante, las autoridades australianas consideran que el número de lanzacohetes disponibles aún es insuficiente para las necesidades estratégicas del país, motivo por el cual avanzaron con este nuevo pedido.