A medida que pasan los años, el ataque de China a Taiwán para “reunificar a las dos chinas” está cada vez más cerca. Según palabras del propio director de la CIA de los Estados Unidos, China invadirá la isla “antes del 2030”.
Taiwán mantiene su independencia desde 1949, cuando el comunista Mao Zedong tomó el poder en Beijing por la fuerza después de ejecutar un golpe de Estado contra el gobierno republicano del Kuomintang, dirigido por el presidente Chiang Kai-shek. Esto llevó a que los principales funcionarios del gobierno en aquel entonces se escaparan a la isla desde donde reclaman todavía al día de hoy la legítima soberanía sobre la China continental.
Estados Unidos defendió enérgicamente la independencia de Taiwán y reconoció su soberanía desde 1949 hasta la década de los 70’, cuando la política exterior norteamericana por cálculos de equilibrio de poder sobre la Unión Soviética suscribió a la “Política de Una Sola China”, reconociendo al gobierno del Partido Comunista Chino como el legítimo gobernante sobre la china continental y sobre la Isla de Formosa, territorio de la República de China -Taiwán-.
Afortunadamente, todos los siguientes gobiernos de Estados Unidos nunca dejaron de defender extraoficialmente la soberanía de Taiwán, y China nunca se ha animado a invadir directamente la isla por el riesgo de una reacción norteamericana y el poder económico propio que ha construido Taiwán en torno a su industria tecnológica.
¿Por qué China continúa amenazando la soberanía de Taiwán con ejercicios militares?
En primer lugar, parece cada vez más claro que el Partido Comunista Chino (PCCh) está buscando crear una especie de normalidad en sus constantes violaciones al espacio de exclusión aérea y naval de Taiwán. El régimen chino ha estado aumentando el número de cruces de la renombrada “línea media” con sobrevuelos cada vez más cercanos a la zona de la isla.
Al acercarse cada vez más, es razonable pensar que estos sobrevuelos pueden llegar a tener el objetivo de desgastar la guardia de los taiwaneses contra cualquier posible ataque futuro. En segundo lugar, es importante mencionar que los simulacros siguieron a las recientes operaciones militares de Estados Unidos cerca de Taiwán, lo que podría hacer de los simulacros un mensaje para el gobierno estadounidense de que China no tolerará tales acciones.
En tercer lugar, las visitas de delegaciones de funcionarios occidentales alemanes, británicos, estadounidenses y otros no son soportados por el gobierno comunista chino. El régimen de China sostiene que Taiwán es parte de su territorio, por lo que es asunto interno de China lo que suceda allí. Bajo ese argumento, el PCCh no tolera ningún acercamiento de una delegación oficial a Taiwán, en búsqueda de aislarla del mundo.
El pasado 16 de mayo, un comité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la «Ley de Solidaridad Internacional de Taiwán» para contrarrestar la interferencia china en la participación de Taiwán en organizaciones internacionales, enfatizando que la Resolución 2758 de la Asamblea General de Naciones Unidas solo trata el tema de la representación de China y no involucra la participación de Taiwán en la ONU y organizaciones relacionadas.
El Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Diputados de Estados Unidos deliberó sobre la Ley de Solidaridad Internacional de Taiwán. El proyecto de ley modificará la Ley de Iniciativa de Mejora y Protección Internacional de los Aliados de Taiwán, que entró en vigor en marzo de 2020. El proyecto busca contrarrestar los esfuerzos de China para obstaculizar la participación de Taiwán en organizaciones internacionales.