Radar Austral

El fin de una dinastía, el comienzo de un desafío

Las palabras de Asaad Hassan Al-Shaibani, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Siria, esbozaron los planes para el futuro inmediato de su nación. Comienza a asomar el sol tras la caída de la dinastía Assad.

Publicado el 30 de enero de 2025 por Fausto Martinez
El fin de una dinastía, el comienzo de un desafío

Hubiera parecido ficción augurar la caída de una dinastía de 61 años en apenas 12 días. Hubiese parecido ficción que Damasco volviera a recibir a diplomáticos occidentales. También nos hubiese parecido ficción que Siria, un Estado con una economía planificada al estilo del siglo pasado, pusiera su horizonte en la apertura al mercado y la inversión extranjera. Sin embargo, nos frotamos los ojos y descubrimos que la ficción, afortunadamente, se ha convertido en realidad.

Al-Shaibani trazó con firmeza la agenda del nuevo gobierno sirio, emprendiendo visitas de Estado para recomponer lazos rotos. Tan pronto como la situación interna se estabilizó en el corto plazo, Siria, a comienzos de enero, buscó recuperar el respaldo de países como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Qatar. Este último brindará a Siria de 200 megawatts de electricidad, acordando aumentar esta cifra ligeramente con el pasar del tiempo.

En Davos, el ministro enfatizó la necesidad de revisar las sanciones económicas impuestas sobre Siria, argumentando que el nuevo gobierno no debería pagar las consecuencias de los actos del régimen de Bashar Al-Assad. Al-Shaibani advirtió que, sin la eliminación de estas sanciones, Siria no tendrá acceso al crédito, a inversiones ni podrá importar o exportar bienes.

Asaad al-Shaibani habla durante la reunión anual del Foro Ecómico Mundial, en Davos.

Entre las prioridades del gobierno, además de la cuestión sancionatoria, el ministro destacó la educación, la energía, las telecomunicaciones, así como la infraestructura aeroportuaria y vial. En cuanto al primer punto, recordó que, apenas una semana después de la captura de Damasco, se ordenó la reapertura de los establecimientos educativos.

Dejar atrás la Edad Media económica y abrirse al mercado traerá consigo una serie de beneficios que Siria no puede darse el lujo de ignorar. Con la promesa de una economía abierta, el nuevo gobierno busca no solo atraer inversión extranjera, sino también integrarse nuevamente al comercio global, permitiendo que el país acceda a créditos y financiamiento que antes le eran esquivos.

Regresando a las sanciones, tras asumir como Ministro de Relaciones Exteriores luego del derrocamiento del régimen de Bashar Al-Assad el 8 de diciembre pasado, Al-Shaibani afirmó que el levantamiento de las sanciones económicas impuestas al antiguo gobierno será “clave” para garantizar la estabilidad en Siria.

“Eliminar las sanciones económicas es la clave para la estabilidad de Siria […] van en contra del pueblo sirio, la razón de estas sanciones ahora está en Moscú”, agregó, en referencia a Assad, quien se encuentra exiliado en la capital rusa.

El nuevo gobierno, encabezado por Hayat Tahrir Al-Sham, ha tomado el relevo del régimen derrocado, aunque aún no ejerce un control total sobre el territorio sirio.

Abu Mohammad Al-julani, líder de Hayat Tahrir Al-Sham y ahora presidente de Siria.

Sin lugar a duda Siria se encuentra por primera vez en medio siglo frente a una posibilidad de cambios alentadores. Con el régimen de Assad derrocado y un nuevo gobierno en el poder, el país busca reconstruirse sobre bases más abiertas y modernas. El levantamiento de sanciones, la llegada de inversiones y la cooperación con actores regionales son pasos fundamentales para estabilizar la economía y recuperar la soberanía.

Sin embargo, el desafío no es menor: consolidar el control territorial, implementar reformas estructurales y demostrar que este nuevo rumbo es sostenible a largo plazo. El sol comienza a asomar, pero aún queda un largo camino por recorrer.

Compartí tu opinión