La ministra de Defensa española, Margarita Robles, desmintió reportes difundidos en las últimas semanas que señalaban que Madrid había abandonado la posibilidad de adquirir aviones F-35 de Lockheed Martin. En declaraciones a la agencia pública EFE, la funcionaria aseguró que “no ha habido ninguna comunicación del gobierno sobre el abandono de ningún programa” y recalcó que la compra del caza estadounidense no ha sido descartada.

Los informes publicados semanas atrás por el diario El País, indicaban que el gobierno español había suspendido indefinidamente los contactos con Washington para la adquisición de la aeronave de quinta generación y que destinaría el grueso de sus inversiones a proyectos europeos, como el Eurofighter Typhoon y el Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS). Esa información derivó en pedidos de la oposición, encabezada por el Partido Popular, para que Robles explicara en el Congreso las consecuencias de renunciar al F-35, especialmente para la aviación naval.

En la entrevista con la agencia de noticias, la ministra subrayó que la compra del F-35 “no es una prioridad para la Armada en este momento”, ya que la atención está puesta en los programas de los submarinos S-80, las fragatas F-110 y el buque de aprovisionamiento al combate (BAC).

La cuestión del F-35 es de especial importancia para la Armada, que deberá retirar hacia 2030 a sus AV-8B Harrier II, únicos aviones de despegue corto y aterrizaje vertical en servicio, operados desde el buque de asalto anfibio Juan Carlos I. El F-35B, variante naval del caza, es actualmente la única alternativa disponible en el mercado para sustituirlos.

En este marco, Robles insistió en que España mantiene la cooperación con sus aliados de la OTAN y no ha cerrado la puerta al programa. “Estamos con los proyectos en curso y, cuando llegue el momento, ya veremos”, declaró la funcionaria, dejando abierta la posibilidad de que la compra de los F-35B pueda ser evaluada más adelante.