La solicitud del gobierno polaco abarca equipos y servicios destinados a garantizar el mantenimiento y la operatividad de la flota, incluyendo el programa de mejora de componentes de motores (CIP). El acuerdo contempla modificaciones mayores y menores, repuestos, consumibles y accesorios, además de apoyo en reparaciones.
La operación también contempla servicios de soporte al sistema de armas, software clasificado, documentación técnica, vestuario y equipo individual, así como asistencia de ingeniería, soporte técnico y logístico brindado por el gobierno estadounidense y contratistas privados. El contrato tendrá como principal proveedor a General Electric Aerospace, con sede en Ohio.
Según el comunicado oficial de la Defense Security Cooperation Agency (DSCA), la venta apunta a fortalecer la capacidad de Polonia para enfrentar amenazas actuales y futuras, al incrementar la confiabilidad de su flota de F-35. Asimismo, Washington subrayó que la venta se enmarca en sus objetivos de política exterior y seguridad nacional, al reforzar a un aliado de la OTAN.
Este anuncio tiene lugar en el marco de un proceso de modernización de la aviación militar de Varsovia, cuyas capacidades aéreas están cobrando gran impulso actualmente. En agosto de 2024 el país recibió su primer F-35A en una ceremonia realizada en Estados Unidos, convirtiéndose en el primer operador del avión de quinta generación de Lockheed Martin en Europa del Este.
La incorporación de este sistema de armas no solo marcó un salto cualitativo para la Fuerza Aérea de Polonia, sino también la voluntad de Varsovia fortalecer su posición dentro de la OTAN, situando a sus fuerzas armadas en un plano tecnológico comparable al de los principales miembros de la alianza.
Adicionalmente, hace algunas semanas el Ministerio de Defensa anunció un contrato por USD 3.800 millones para actualizar su flota de 48 F-16 Block 52 al estándar Block 70. Esta modernización contempla la instalación del radar AESA AN/APG-83, nuevos sistemas de guerra electrónica, refuerzos estructurales que extenderán la vida útil de las aeronaves y simuladores de entrenamiento de última generación.
