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Estados Unidos cancela el programa de fragatas Constellation en medio de sobrecostos, demoras y cambios de rumbo en la industria naval

La Armada estadounidense dio por terminado el programa FFG(X) luego de acumular retrasos y costos en aumento tras numerosas modificaciones del diseño original. La construcción de los dos primeros ejemplares será completada y luego la US Navy reorientará los recursos hacia otros proyectos.

Publicado el 26 de noviembre de 2025 por Radar Austral
Estados Unidos cancela el programa de fragatas Constellation en medio de sobrecostos, demoras y cambios de rumbo en la industria naval

La Armada de Estados Unidos confirmó la cancelación del programa de fragatas clase Constellation, una decisión que pone fin a un proyecto concebido en 2015 para dotar a la flota de una nueva generación de fragatas multimisión inspiradas en el diseño europeo FREMM. La medida, anunciada por el secretario de la Marina, John C. Phelan, tiene lugar tras meses de sobrecostos, rediseños y demoras que hicieron que el programa acumulara más de tres años de retraso y un costo total que excedió ampliamente las primeras estimaciones.

En este marco, Phelan explicó que la Marina está “replanteando la forma en que construye y despliega la Flota”, y que ese giro estratégico implica abandonar las últimas cuatro fragatas previstas, cuya construcción aún no había comenzado. Solo seguirán adelante las dos primeras unidades que ya se encuentran en obra en el astillero de Fincantieri en Wisconsin, aunque también “permanecen bajo revisión”. Según sostuvo el secretario de la Marina, la prioridad es garantizar que la fuerza laboral del astillero se mantenga activa para futuros programas y acelerar la entrega de capacidades operativas ante un entorno estratégico más demandante.

El programa Constellation había sido adjudicado en 2020 a Fincantieri, que presentó una variante modificada del diseño FREMM empleado por Italia y Francia. Originalmente, la Marina estadounidense aseguró que el proyecto se basaba en un diseño “maduro”, con un 88% de las definiciones básicas ya completadas. Sin embargo, los cambios que la propia Armada introdujo posteriormente modificaron en gran medida ese punto de partida. Un informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) publicado en 2024 señaló que el buque terminó conservando apenas un 15% de similitud con la FREMM original, acumulando unas 500 toneladas adicionales y presentando problemas de peso que obligaron incluso a considerar una reducción en la velocidad requerida.

Estas alteraciones del diseño original derivaron en un programa que para 2025 solo estaba completado en un 70%, lejos del ritmo previsto. La entrega del primer buque, inicialmente proyectada para 2026, fue desplazada hacia fines de 2029, en contraposición al objetivo inicial de adquirir una fragata rápidamente desplegable. A ello se agregaron sobrecostos superiores a los mil millones de dólares y reiterados cuestionamientos del Congreso y el Pentágono.

La cancelación del programa está enmarcada en una revisión más amplia de la política de adquisiciones navales. En los últimos años, la Armada estadounidense ha enfrentado dificultades en varios de sus principales programas, desde los problemas de operatividad del portaaviones clase Gerald R. Ford hasta la drástica reducción del número de destructores furtivos Zumwalt, entre otros proyectos que no llegaron a buen puerto. Ese historial llevó a la administración Trump a priorizar adquisiciones más rápidas y menos burocráticas.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, respaldó la medida, al igual que el presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, Roger Wicker, quien celebró la decisión de Phelan, afirmando que se trata de un paso necesario para corregir “años de decisiones tecnológicas arriesgadas” que mermaron la disponibilidad y la preparación de la flota.

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