El gobierno estadounidense habría identificado una serie de objetivos militares en Venezuela que podrían ser atacados si el presidente Donald Trump ordena una operación aérea para desestabilizar al régimen de Nicolás Maduro, según revelaron funcionarios estadounidenses consultados por The Wall Street Journal. Los potenciales blancos incluyen puertos, aeropuertos y otras instalaciones bajo control de las Fuerzas Armadas venezolanas que cumplirían un rol en el tráfico de drogas hacia América del Norte.
Hasta el momento, la campaña estadounidense se había centrado en interceptar embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental, en el marco de la ofensiva contra las organizaciones narcotraficantes. La eventual decisión de atacar objetivos dentro del territorio venezolano representaría una escalada significativa.
Funcionarios estadounidenses citados por The Wall Street Journal señalan que el objetivo de la operación sería “enviar un mensaje claro” a Maduro: que debe abandonar el poder. La Casa Blanca sostiene que el gobierno venezolano actúa como un “narcoestado” y acusa a altos mandos civiles y militares de facilitar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
El secretario de Estado, Marco Rubio, defendió públicamente esa postura y se refirió al aparato estatal venezolano como “la Al Qaeda del hemisferio occidental”. En paralelo, aliados republicanos han comenzado a advertir que Maduro debería abandonar el país antes de una posible ofensiva.
En cuanto a los riesgos militares de la operación, las Fuerzas Armadas venezolanas cuentan con sistemas de defensa antiaérea de origen ruso, incluidos S-300, y miles de misiles portátiles Igla-S. No obstante, se desconoce el grado de efectividad de sus sistemas y el nivel de entrenamiento sus fuerzas. En esta línea, Washington ha intensificado vuelos de reconocimiento alrededor del espacio aéreo venezolano para mapear dichas capacidades.
Por otro lado, analistas advierten que incluso si los ataques lograran degradar la infraestructura militar vinculada al narcotráfico, no es seguro que ello provoque la caída de Maduro. La cúpula militar se ha mantenido leal y, para muchos de sus dirigentes, abandonar el poder podría implicar enfrentar procesos judiciales internacionales.
“Creo que Maduro resistirá, al menos por un tiempo”, declaró el almirante retirado James Stavridis. Según su evaluación, solo una presión sostenida sobre la cadena de mando militar podría alterar el equilibrio.
La Casa Blanca no ha confirmado públicamente la orden de ataques, pero su portavoz reiteró que Trump está “dispuesto a utilizar todos los recursos del poder estadounidense para impedir que las drogas inunden nuestra patria”.
