El entendimiento alcanzado le permitirá a Seúl evitar tasas arancelarias más elevadas con las que Washington había amenazado previamente. En un inicio, las exportaciones surcoreanas se enfrentaban a una posible tarifa del 25%, lo que había generado gran preocupación en el país, que a su vez estaba lidiando con una crisis política en el plano doméstico.

“Me complace anunciar que Estados Unidos ha sellado un acuerdo comercial completo y pleno con la República de Corea”, escribió Trump en su red social Truth Social, poco después de reunirse en la Casa Blanca con funcionarios surcoreanos.

El acuerdo, que coloca a Corea del Sur en un régimen arancelario similar al que se acordó previamente con Japón y la Unión Europea, fue presentado por ambas partes como un compromiso para preservar la competitividad surcoreana en el mercado estadounidense.

El presidente surcoreano, Lee Jae Myung, celebró el acuerdo y lo describió como “el primer gran desafío comercial” desde que asumió el poder en junio. Según informó, gracias al entendimiento alcanzado, los productos surcoreanos no enfrentarán condiciones menos favorables que los de otros competidores.

Adicionalmente, el acuerdo contempla la creación de un fondo conjunto de inversión de USD 350.000 millones, de los cuales USD 150.000 millones se destinarán al desarrollo de la industria naval. Asimismo, Corea del Sur se comprometió a comprar productos energéticos estadounidenses por un valor de USD 100.000 millones.