Francia dejó abierta la posibilidad de desarrollar por su cuenta un nuevo avión de combate de sexta generación si no logra un acuerdo con Alemania en el marco del Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS, por sus siglas en inglés), un programa lanzado en 2017 por ambos países al que luego se unió España. Un alto funcionario francés declaró el miércoles a un grupo de periodistas que “Francia ya ha construido, sabe cómo construir y construirá un avión de combate en solitario” si las negociaciones no prosperan.
La advertencia refleja el creciente malestar entre París y Berlín sobre el rumbo del proyecto. La semana pasada, Politico informó que Alemania explora la posibilidad de reemplazar a Francia en el FCAS, considerando a socios como Suecia e incluso al Reino Unido en caso de que no haya un acuerdo antes de fin de año. El proyecto busca reemplazar al Rafale francés y al Eurofighter Typhoon en 2040, un plazo que París considera innegociable.
El martes pasado, Dassault Aviation y Airbus Defence and Space, principales contratistas del proyecto, advirtieron que podrían seguir caminos separados. Dassault, que reclama un mayor poder de decisión en el desarrollo del caza, sostiene que la actual estructura de gestión del programa retrasaría la entrega del New Generation Fighter (NGF), el componente central del FCAS. Su director ejecutivo, Éric Trappier, sostuvo ante funcionarios franceses que sin un “liderazgo claro” no se alcanzarán los objetivos.
A las diferencias sobre la gobernanza del programa se añaden discrepancias en torno a especificaciones técnicas: mientras que Francia prefiere un caza de 15 toneladas, más ligero y compatible con la operación desde portaaviones, Alemania aboga por una aeronave de 18 toneladas, más robusta y destinada a la superioridad aérea. En tanto, París advierte que un avión más pesado exigiría un motor más potente y prolongaría los plazos, lo que considera inaceptable.
El presidente francés Emmanuel Macron podría viajar a Berlín a principios de octubre para discutir el programa, y los ministros de Defensa de Francia, Alemania y España se reunirán ese mismo mes para intentar destrabar el proyecto. A ello se suma la ausencia de un sucesor en el Ministerio de las Fuerzas Armadas francés tras la designación de Sébastien Lecornu como primer ministro.
Ante el riesgo de una ruptura, Alemania analiza alternativas. Aunque el gobierno alemán niega negociaciones formales, fuentes del sector sostienen que Berlín mantiene contactos con Suecia y el Reino Unido, este último líder del Programa Aéreo de Combate Global (GCAP), desarrollado junto a Italia y Japón. El GCAP ya ha avanzado en su estructura de gestión y en junio de este año las partes constituyeron su empresa conjunta.