La Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos publicó un documento desclasificado en el que identifica las principales amenazas para la seguridad nacional. El organismo que elabora este informe anual responde directamente ante el presidente y nuclea a 16 agencias federales de inteligencia entre las que se encuentran la CIA, la NSA, el FBI, la DEA, además de la inteligencia militar de cada rama de las Fuerzas Armadas y otros organismos como los de inteligencia financiera y energética.
En Radar Internacional publicamos una serie de artículos sobre las principales amenazas identificadas en el documento:
- Una China ambiciosa, inquieta por sus presentes desafíos demográficos y económicos.
- Una Rusia confrontativa y los poderes disruptivos de Irán y Corea del Norte.
- El crimen organizado, el terrorismo y las compañías militares privadas, actores no estatales cada vez más capaces de desafiar el orden internacional.
- Asuntos transnacionales como las nuevas tecnologías; el “autoritarismo digital”; las armas de destrucción masiva; las problemáticas ambientales; la migración y la seguridad sanitaria.
Mientras los actores estatales identificados como amenazas se han mantenido constantes en los últimos años, el capítulo dedicado a actores no estatales es una novedad en los documentos de evaluación anual de amenazas de la Comunidad de Inteligencia. En años previos temas como el crimen organizado y el terrorismo merecieron breves apartados en la sección de asuntos transnacionales y apenas había menciones a las compañías privadas militares y de seguridad. La intensificación de la epidemia de fentanilo en Estados Unidos el año pasado y el alto perfil alcanzado por la PMC Wagner luego de su rebelión el último junio llevaron a que se le dedique especial atención a este tipo de actores.
Las organizaciones criminales transnacionales (OCTs) representan una amenaza para la salud pública nacional, el sistema financiero internacional y la seguridad de los Estados Unidos. Las OCT incitan a la inestabilidad y la violencia, impulsan la migración y brindan a algunos adversarios de Estados Unidos vías adicionales para promover sus intereses geopolíticos.
Narcotráfico
La cara más visible de estas organizaciones y los efectos que generan está en la producción y tráfico de drogas. Los cárteles mexicanos dominan la provisión de drogas ilícitas al mercado estadounidense incluyendo fentanilo, heroína, metanfetamina y cocaína. La cocaína llevada por los carteles mexicanos a Estados Unidos es producida en Sudamérica, principalmente en Colombia y Perú. Ecuador, situado entre los dos principales productores, se convirtió en un nexo clave de distribución y niveles de producción y tráfico récord han llevado a partir de 2021 a un crecimiento exponencial de la violencia en el país.
Sin embargo, actualmente la principal amenaza para la salud pública estadounidense es el fentanilo. La comunidad de inteligencia afirma que el fentanilo ilícito fue causante de alrededor de 100.000 muertes por sobredosis en Estados Unidos en 2023. Aunque las OCTs mexicanas son los principales productores y proveedores para el mercado estadounidense, últimamente han aparecido numerosos productores independientes dentro de Estados Unidos encargados sobre todo de las últimas fases del proceso de producción. Esta fragmentación de las operaciones ha vuelto más difícil combatir las organizaciones criminales.
La producción de fentanilo ilegal necesita de precursores químicos y equipamiento que provienen principalmente de China y en menor medida de India. La llegada a México de estos componentes se da en envíos etiquetados falsamente o por la compra de químicos con aplicaciones duales.
Lavado de dinero
Otra arista del problema narco es el lavado de dinero a través de instituciones financieras estadounidenses. Si bien parte de los ingresos obtenidos por las organizaciones criminales en Estados Unidos es contrabandeado de vuelta a sus países en efectivo, la principal porción cae en manos de lavadores de dinero profesionales que utilizan las instituciones financieras estadounidenses y defraudan a individuos, negocios e incluso programas del gobierno. Además, hay que tener en cuenta que hoy en día las transacciones con criptomonedas son una vía muy usada para mover el dinero procedente de actividades ilegales.
Ciberdelito
Otro rubro en el que proliferan las organizaciones criminales transnacionales es el ciberdelito. Una de las principales modalidades es la de ransomware o secuestro de datos en la que un programa maligno infecta una computadora y bloquea el acceso a datos presentes en ella hasta que se pague un rescate. Importantes servicios e infraestructuras críticas de EE. UU como escuelas, hospitales e industrias de manufactura han sido víctimas de ransomware.
Las organizaciones que practican estos crímenes de extorsión y robo de datos han ido descentralizándose y especializándose en objetivos particulares. La lucha con estas organizaciones es un desafío todavía pendiente y de alta complejidad ya que países con ausencia de leyes actualizadas para crímenes digitales o con esquemas de cooperación internacional de seguridad débiles se han vuelto paraísos para estos criminales. Rusia y Corea del Norte son ejemplos de entornos permisivos para criminales digitales con operaciones transnacionales.
Tráfico de personas
Las organizaciones criminales transnacionales también tienen entre sus actividades delictivas el tráfico de personas tanto para fines de explotación sexual como de trabajos forzados. El análisis de la inteligencia norteamericana dice que muchas veces esta actividad surge como un crimen de oportunidad, de bajo riesgo para organizaciones que se centran en otros crímenes como el narcotráfico, el tráfico de armas o bien el tráfico de migrantes a través de fronteras.
Las organizaciones criminales involucradas en el tráfico de personas operan principalmente en América y Asia y tienen modus operandi similares; localizan personas vulnerables y las engañan con alguna promesa de trabajo u ofreciéndoles algún servicio para luego confiscar sus documentos e identificaciones y obligarlas a pagar por las “deudas” incurridas con la organización. En Estados Unidos lo más prevalente es el caso de migrantes ilegales que voluntariamente utilizan redes de tráfico de personas para facilitar su viaje a Estados Unidos pero que durante su viaje caen en redes de trata. En 2023 hubo múltiples incidentes donde menores fueron víctimas de trabajos forzados en plantas procesadoras de alimentos en Estados Unidos.
Terrorismo
Las organizaciones terroristas internacionales constituyen otro actor no estatal que representa una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos, sus intereses y sus ciudadanos. Tras el debilitamiento de las poderosas organizaciones terroristas de Al Qaeda e ISIS, quienes dominaron la problemática terrorista en los últimos años, la comunidad de inteligencia identifica dos tendencias. Por un lado, la mudanza del epicentro de la yihad sunní global a África. Por el otro la diversificación ideológica de los terroristas y la prevalencia de ataques conducidos por pequeñas células o individuos inspirados por ideologías extremistas violentas pero que no tienen necesariamente lazos estrechos con una organización.
Luego de mencionar la perdida de relevancia de estas grandes organizaciones el documento evalúa un diagnostico de su situación. Sobre ISIS dice que la mayor parte de sus actividades se dan en sus ramas del Sahara y de África Occidental capitalizando la situación inestable de los gobiernos, los conflictos comunales y los sentimientos antigubernamentales de la población para obtener ganancias en Nigeria y el Sahel. En su rama de Khorasan el ISIS lucha contra el gobierno Talibán.
De Al Qaeda menciona su presencia principalmente en África oriental y Yemen a través de su filial Al-Shabaab. Además, advierte que a pesar de un largo periodo de acefalía que ha debilitado la organización y descentralizado su poder, hay que tenerla en cuenta como amenaza por su especial interés en atacar a Estados Unidos y sus ciudadanos.
Sobre Hezbollah afirma que continuará sus ataques con cohetes a posiciones israelíes y que tiene como objetivo limitar la influencia estadounidense en el Líbano y en general en Medio Oriente. También advierte del aumento de sus capacidades militares convencionales que lo diferencian de grupos terroristas más desorganizados o improvisados.
Para terminar este apartado hace una definición del tipo de terrorismo que llama RMVE, siglas en inglés para extremistas violentos motivados racialmente. En este grupo incluye principalmente grupos supremacistas blancos que fomentan la violencia en Europa, Norte y Suramérica, Australia y Nueva Zelanda. Este tipo de terrorismo presenta una estructura débil que, a diferencia de los extremistas islámicos, alienta o inspira, pero no suele dirigir ataques. Priman en el movimiento los actores solitarios por lo que rastrearlos y detenerlos antes de que cometan atentados es difícil. Su particularidad, y quizás el principal punto donde trabajar para su prevención, es la utilización de foros y redes online para compartir atentados, planes, propaganda y promover el odio.
Compañías Privadas Militares
Por último, tenemos la amenaza de las compañías privadas militares y de seguridad o PMSCs. Estas organizaciones, que aumentan cada vez más en numero e importancia, son un componente esencial de las operaciones militares modernas. Son utilizadas como un multiplicador de fuerza para la fuerzas armadas convencionales, cumpliendo tareas altamente técnicas o intensivas en mano de obra como mantenimiento, logísticas o seguridad en sitios fijos. Son solo un pequeño número las PMSC que se involucran en intervenciones directas de alto riesgo que requieren la aplicación de fuerza mortal.
La caracterización de amenaza a la seguridad nacional esgrimida en el texto de inteligencia no apunta en general a este tipo de organizaciones si no al uso por parte de algunos estados – y nombra a China, Rusia, Turquía y Emiratos Árabes Unidos – de estas empresas como una herramienta valiosa para proteger y hacer avanzar sus intereses en el extranjero. También aclara que ninguna otra compañía militar privada tiene el nivel de financiamiento, entrenamiento y tamaño que tiene Wagner a la cual considera una fuerza proxy de Rusia. A pesar de ser hoy la única en ese nivel, aclara que un actor estatal podría aumentar la capacidad de una PMSC menor al rango que tiene Wagner con uno o dos años de inversión.