Según informó a LA NACIÓN una fuente cercana a IOSFA, datos recientes arrojaron que el organismo tendría una estructura sobredimensionada, siendo la tercera obra social estatal más grande del país (en cuanto a sus dimensiones) después del PAMI y IOMA. En este sentido, IOSFA tiene 3.000 empleados y 4.000 prestadores para 650.000 afiliados. Adicionalmente, el organismo debe hacer frente a una deuda que al día de hoy asciende a $105.000 millones, luego de haberse quintuplicado durante el transcurso de este año.
En virtud de esto, se dispuso un reordenamiento del órgano, cuyos problemas serían consecuencia de una superpoblación de personal derivada de la acumulación de empleados a través de las últimas gestiones. De este modo, el nuevo titular de IOSFA, Roberto Fiochi, avanzará con fuertes recortes en el área administrativa, pidiendo la renuncia de 45 gerentes, subgerentes, y otros funcionarios. Antes de asumir como presidente de la obra social castrense, Fiochi estaba a cargo del Instituto de Ayuda Financiera, para el pago de retiros y pensiones militares.
El presidente saliente, Oscar Sagás señaló que tuvo que enfrentar una gestión desgastante y compleja, y se refirió a la grave crisis que atraviesa el sistema de salud. En esta línea, destacó que en el último año el precio de los medicamentos aumentó en un 300%.
Sin embargo, fuentes cercanas a las nuevas autoridades le expresaron a LA NACIÓN que se trata de un problema más político que económico, señalando que había un enfrentamiento entre la gestión del ex titular y el directorio de IOSFA, conformado por miembros de las Fuerzas Armadas, la Gendarmería y la Prefectura Naval.