El gobierno iraní reafirmó que no detendrá el enriquecimiento de uranio pese a los recientes ataques de Estados Unidos contra sus instalaciones nucleares, que según Teherán provocaron “graves daños”. El ministro de Relaciones Exteriores, Abbas Araqchi, aseguró que, aunque las instalaciones fueron seriamente afectadas, “la tecnología no se borra con bombas”.

En una entrevista con Fox News, Araqchi reconoció que la Agencia de Energía Atómica de Irán evalúa los daños y que se desconoce por el momento si el uranio altamente enriquecido almacenado fue comprometido. También dijo que Teherán comunicará los resultados al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) “en cuanto estén disponibles”.

El diplomático insistió en que Irán no renunciará al enriquecimiento, pero abrió la puerta a una salida negociada: “Estamos dispuestos a demostrar que nuestro programa persigue fines pacíficos. La única solución real es el diálogo, no la vía militar”.

Las declaraciones responden a las advertencias del presidente estadounidense Donald Trump, quien afirmó el sábado que los ataques destruyeron tres instalaciones nucleares y advirtió que “lo volveremos a hacer si es necesario”, en caso de que Irán retome el enriquecimiento de uranio.

Respecto a las acusaciones de que Teherán estaría enriqueciendo uranio hasta el 90%, el representante diplomárico iraní expresó: “Nunca hemos superado el 60%, y solo lo hicimos una vez como respuesta a un sabotaje. Todo nuestro enriquecimiento ha tenido fines pacíficos”. No obstante, anteriormente la OIEA ha señalado que el porcentaje de enriquecimiento de uranio alcanzado por Irán supera el necesario para cualquier aplicación que persiga fines pacíficos.