La semana pasada, la cámara baja del congreso estadounidense aprobó el denominado proyecto de reconciliación presupuestaria, impulsado por la administración Trump para añadir USD 150.000 millones al presupueso de defensa. De este modo, los recursos asignados a la defensa alcanzarían el próximo año el billón de dólares, agregando un monto extra a los USD 850.000 millones de los que dispondrá el Pentágono en 2026.

Para lograr esto, los republicanos recurrieron a un mecanismo legislativo especial llamado «conciliación presupuestaria», utilizado para modificar cuestiones específicas del presupuesto nacional, ajustando la normativa existente a los objetivos fiscales de la administración de turno. La conciliación presupuestaria permite la aprobación de leyes de manera más rápida, ya que los proyectos enmarcados en este mecanismo solo requieren de mayoría simple en el senado, y cuentan con plazos definidos para su tratamiento, limitando el debate e impidiendo que la oposición pueda obstruírlo mediante la demora intencional de las discusiones. De esta manera, el procedimiento es más ágil y requiere de menos consenso bipartidista.

Tras conseguir la aprobación en la Cámara de Rrepresentantes (el paso más complicado), ahora resta que el proyecto sea tratado en la cámara alta (Senado), donde los mecanismos de la conciliación presupuestaria jugarán a favor de los intereses de la administración Trump, ya que los republicanos podrán aprobar el proyecto mediante mayoría simple.

Del total de USD 150.000 millones que le asigna el proyecto al Pentágono, USD 113.000 millones serían utilizados para reforzar el presupuesto de defensa de 2026, mientras que el monto restante sería empleado en los demás años del segundo mandato de Donald Trump. En tanto, dos de los principales destinatarios de los fondos, serán la construcción naval (USD 33.000 millones), que el gobierno actual busca revitalizar; y el desarrollo del Golden Dome (USD 24.000 millones), el flamante sistema de defensa antimisiles promovido por Trump.