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La Fuerza Aérea Argentina incorporó sus primeros F-16

El 5 de diciembre arribaron a la Argentina los primeros seis cazas F-16 adquiridos a Dinamarca, marcando un hito para la Fuerza Aérea y el inicio de una nueva etapa en la recuperación de capacidades militares.

Publicado el 15 de diciembre de 2025 por Radar Austral
La Fuerza Aérea Argentina incorporó sus primeros F-16

El pasado 5 de diciembre, arribaron al país los primeros F-16 de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), en un día histórico para la aviación militar del país. Tras despegar desde Dinamarca el 28 de noviembre, recorrieron miles de kilómetros acompañados de un C-130 Hércules y un Boeing 737 de la FAA, y aviones cisterna KC-135R de la Fuerza Aérea Estadounidense, para reabastecimiento en vuelo.

Luego de hacer escala en Zaragoza e Islas Canarias (España), realizaron un vuelo transatlántico con destino a Natal (Brasil), donde fueron escoltados por cazas Gripen de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), para finalmente partir hacia Las Higueras, Provincia de Córdoba, donde la ciudadanía y los medios aguardaban ansiosos su llegada.

Al día siguiente de su arribo, los F-16 sobrevolaron la Ciudad de Buenos Aires, en una mañana de sábado que quedará para el recuerdo. Ante la orgullosa mirada de los argentinos, los pilotos hicieron un vuelo rasante por la Capital Federal, mostrándole a la ciudadanía los cazas que custodiarán el espacio aéreo nacional a partir de ahora.

Ese mismo día por la tarde, tuvo lugar la presentación oficial de las aeronaves en el Área Material Río Cuarto, con asiento en Córdoba. A diez años de la desprogramación de los últimos Mirage, hecho que marca la pérdida de la capacidad supersónica de la Fuerza Aérea Argentina, fueron presentados los primeros F-16, en una ceremonia que contó con la presencia del Presidente de la Nación, el Ministro de Defensa, y los Jefes de las Fuerzas Armadas.

Se trata de las primeras 6 unidades de un total de 24, según lo estipulado por el contrato firmado entre la República Argentina y el Reino de Dinamarca a comienzos de 2024, cuando comenzó el recorrido que culminó el pasado viernes 5 de diciembre. Desde entonces, el Programa F-16 Peace Cóndor registró una serie de hitos con miras a la incorporación de los aviones, la adecuación de la infraestructura para albergarlos, y el entrenamiento de los pilotos y el personal técnico.

En julio de este año, la Fuerza Aérea anunció la implementación del sistema ILIAS (Integrated Logistics Information Automated System), una plataforma de gestión logística utilizada por numerosas fuerzas aéreas que operan el F-16. Se trata de una herramienta empleada para digitalizar procesos administrativos vinculados al sostenimiento de los aviones. «Su adopción representa un salto cualitativo hacia estándares internacionales en materia de mantenimiento, planificación, abastecimiento y soporte de flota» explicó en aquel momento la FAA.

Asimismo, el Ministerio de Defensa formalizó a finales de junio un contrato con la empresa danesa Terma, para añadir mejoras en los sistemas de guerra electrónica de los cazas. El acuerdo suscrito contemplaba actualización de software y hardware, herramientas de planificación de misiones y asistencia técnica que será brindada por Terma, compañía especializada en soluciones tecnológicas avanzadas para defensa.

Uno de los avances más relevantes del Programa F-16 Peace Condor se produjo a fines de octubre, cuando el Departamento de Estado de Washington autorizó formalmente un amplio paquete de armamento y sistemas asociados para equipar a los cazas. La aprobación incluyó, entre otros elementos, misiles aire-aire AIM-120 AMRAAM y AIM-9X Sidewinder, bombas guiadas de precisión como las JDAM y las Paveway, así como munición de entrenamiento, pods, repuestos y apoyo logístico.

De este modo, la llegada de los primeros F-16 al país constituye la materialización de una secuencia de decisiones políticas, técnicas y operativas que comenzaron a tomar forma tras la firma del contrato para la adquisición de los aviones. La incorporación de los cazas marca el inicio de un proceso de recuperación gradual de capacidades así como un salto cualitativo en materia de infraestructura, tecnología y armamento. En adelante, el desafío estará puesto en la integración de los sistemas, la capacitación del personal y la consolidación de una doctrina de empleo acorde a un caza de cuarta generación.

Créditos: Gripen Photography.

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