En el marco de la cumbre de la OTAN que se celebra esta semana en Países Bajos, el gobierno británico anunció la adquisición de al menos 12 aviones de combate F-35A con capacidad nuclear, que serán destinados a fortalecer la disuasión nuclear de la alianza. Por medio de esta medida, la fuerza aérea británica volverá a tener capacidades nucleares.
El anuncio fue realizado por el primer ministro Keir Starmer, quien justificó la medida aludiendo al contexto internacional. “En una era de incertidumbre radical, ya no podemos dar por sentada la paz. Por eso mi gobierno está invirtiendo en nuestra seguridad nacional, garantizando que nuestras Fuerzas Armadas tengan el equipo que necesitan”, declaró. Starmer también destacó que la inversión beneficiará a comunidades locales a través del llamado “dividendo de defensa”.
Según el Ministerio de Defensa británico, los nuevos cazas formarán parte del objetivo de adquisición total de hasta 138 unidades del F-35. Por el momento, el Reino Unido solo opera el F-35B, variante de despegue corto y aterrizaje vertical. El modelo A, por su parte, ofrece un ahorro estimado de hasta el 25% por aeronave, por lo que la decisión responde a criterios estratégicos y presupuestarios.
“La Revisión Estratégica de la Defensa confirmó que nos enfrentamos a nuevos riesgos nucleares, ya que otros estados están aumentando, modernizando y diversificando sus arsenales”, sostuvo el secretario de Defensa, John Healey. En ese contexto, la incorporación de F-35A representa una redefinición del papel británico en la estrategia colectiva de defensa y disuasión nuclear de la OTAN, explicó el funcionario.
La iniciativa fue bien recibida por el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quien calificó la decisión como “otra sólida contribución británica” a la seguridad euroatlántica. Actualmente, un número limitado de países aliados, entre ellos Alemania y Bélgica, cuentan con capacidad aérea de doble rol (DCA) para portar armas nucleares.