Los BRICS continuarán sus esfuerzos por cumplir con la misión de acabar con la hegemonía del dólar estadounidense en el sistema financiero. Para ello, se espera que los miembros del grupo comiencen a negociar y firmar acuerdos que no supongan el uso del dólar.
Tras la expansión del grupo, los BRICS han continuado el fomento del comercio en monedas locales y eldesarrollo de una moneda propia. Recordemos que Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía y Egipto aceptaron invitaciones para unirse a partir del 1 de enero. Por el contrario, si bien Argentina también fue invitada, el presidente Javier Milei, quien asumió el cargo el pasado 10 de diciembre, decidió no unirse, siendo fiel a sus promesas de campaña que suponen la alianza con Estados Unidos e Israel.
Rusia y China, dos de los impulsores de los BRICS, han sido los dos grandes promotores de la desdolarización, alcanzando múltiples acuerdos en monedas locales. Según el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, los lazos comerciales entre las dos naciones están en auge, con un volumen de comercio bilateral que ya alcanza «200.000 millones de dólares antes de lo previsto«.
Cabe resaltar que, si bien aún continúa dominando el sistema financiero global, el dólar ha caído en los últimos 20 años, lo cual ha perjudicado la posición de dicha moneda como reserva mundial. Sin embargo, debido a que la moneda estadounidense ha reinado en el comercio mundial durante décadas, los BRICS deben realizar nuevos esfuerzos para el dólar sea abandonado a nivel mundial. A ello debemos sumarle que todavía hay mucho más apoyo para el dólar y para Estados Unidos que para los BRICS.
A su vez, el desarrollo de una moneda de los BRICS, discusión que tuvo lugar a lo largo de todo el año 2023, deteriorará aún más el poder del dólar. Por demás, al menos 16 nuevos países están interesados en unirse a los BRICS, entre otros, con el objetivo de deshacerse del dólar.
Un aspecto a favor de los BRICS es que, si bien con matices e idas y vueltas, la alianza ha intentado dar mayor importancia a las voces de los países en desarrollo. Si estas naciones convergen detrás de los BRICS en 2024 y aceptan el comercio en la moneda de los BRICS, o en monedas locales, el dólar puede enfrentar nuevos desafíos. Una vez más, sin embargo, los BRICS todavía tienen mucho trabajo por hacer para lograr esto.