Los manifestantes marcharon desde las inmediaciones del centro comercial de la localidad de Sogo, una ubicación popular cerca de la estación de un tren ligero, hasta la histórica plaza Merdeka (plaza de la independencia) siendo apenas unas decenas, finalizando en un número estimado de 300 personas.

Los auto convocados corearon canticos como “no liberen a Najib”, (ex primer ministro implicado en uno de los mayores escándalos de corrupción de la historia del país) y “mueran corruptos” al mismo tiempo que alzaban carteles con sus caras, ligándolos a las malversaciones de fondos públicos.

Los críticos al actual ministro Anwar, manifiestan que su gestión es demasiado lenta a la hora de implementar reformas que saneen el gasto público, y apuntan contra la falta de firmeza para despedir o denunciar a aquellos funcionarios acusados de corrupción.

Los organizadores de las protestas, un grupo hasta entonces desconocido, autodenominado «Secretariado Popular Contra la Corrupción», tenían previsto reunir un máximo de cincuenta personas para la fecha.

“Estamos preocupados por la situación actual, ya que el gobierno solía tener una postura firme contra la corrupción, pero después de haber formado un gobierno de unidad, ciertos casos de corrupción se están tomando a la ligera.» dijo el portavoz de la organización, Zaim Zulkifi, a los periodistas que se acercaron al lugar.

Aunque la participación fue pequeña en comparación a otras movilizaciones que tuvieron lugar en Malasia en el pasado, Zaim dijo que estaba contento con la convocatoria. “En realidad, es más de lo que esperábamos. Esto es solo el comienzo”, aseguró, y añadió que podrían realizar más protestas en el futuro dependiendo de la respuesta del gobierno a sus demandas.