En el marco de la cumbre de ministros de relaciones exteriores de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN, por sus siglas en inglés), el Secretario de Estado de Washington, Marco Rubio, se reunió con su homólogo ruso, Sergéi Lavrov, en el centro de convenciones de Kuala Lumpur.

El segundo encuentro cara a cara entre ambos funcionarios (el primero fue en Arabia Saudita), tuvo lugar pocas horas después de un nuevo ataque con drones a la capital ucraniana por parte de Moscú. Tras un acercamiento entre ambos países luego del regreso de Trump a la Casa Blanca, los intentos de ponerle fin a la guerra en Europa parecen estancarse, mientras el presidente estadounidense pierde la paciencia con su par ruso a medida que el conflicto se extiende.

Durante la noche del miércoles, un ataque con drones y misiles interrumpió el sueño de los residentes de Kiev, y dejó un saldo de dos muertos y 16 heridos, según indició el presidente ucraniano Volodymir Zelensky. El mandatario añadió que los ataques involucraron 18 misiles y cerca de 400 drones.

El día anterior, más de 700 drones y 13 misiles de crucero atacaron ciudades en todo el país. Según informó la Misión de Observación de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ucrania (HRMMU), en el mes junio, Rusia lanzó sobre su vecino 10 veces más drones y misiles que en junio del año pasado.

Viendo frustrados sus intentos de terminar la guerra en el corto plazo, Donald Trump anunció el martes que reanudará el envío de ciertas armas estadounidenses a Ucrania, cuyo suministro se había frenado temporalmente. Además, criticó declaraciones recientes de Putin, quien sostuvo que se estaban dando avances en dirección a la paz.

Si bien los dos mandatarios han mantenido un contacto frecuente desde el regreso de Trump, mediante llamadas telefónicas o reuniones de funcionarios de primer nivel, por el momento esto no se ha traducido en avances concretos hacia el fin de la guerra. Mientras tanto, Rusia intensifica sus ataques contra una Ucrania cada vez más debilitada.