El mandatario comenzó su discurso criticando el funcionamiento actual del bloque y sostuvo que el mismo no cumplió con sus objetivos fundacionales debido a que “no hay mercado común, no hay libre circulación efectiva, no hay coordinación macroeconómica, no hay armonización normativa real”. A esto le sumó la falta de incrementos significativos del comercio intrazona y de apertura al mundo. Como consecuencia de ello, recalca que la existencia de una “burocracia sobredimensionada e ineficaz que se expandió sobre sí misma”.
Siguiendo con las críticas, el presidente señaló que, lejos de crecer, el comercio intrazona, como proporción del comercio total, se encuentra muy por debajo de sus niveles históricos a pesar de que los aranceles externos del Mercosur se encuentren entre los más altos del mundo, “un arancel así no protege el empleo, lo destruye”.
Las críticas del presidente argentino reavivan un debate histórico dentro del Mercosur entre quienes defienden la integración como herramienta de protección y aquellos que impulsan una mayor flexibilización comercial.
En línea con su programa económico, Milei defendió la necesidad de avanzar hacia una mayor apertura comercial, incluyendo la modernización del arancel externo común y la posibilidad de negociar acuerdos de manera más ágil.
En ese marco, Milei utilizó el demorado acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea como ejemplo de las falencias estructurales del bloque. Señaló que, tras más de dos décadas de negociaciones, el tratado continúa sin entrar en vigor debido a trabas políticas y a la falta de flexibilidad interna. “Nuestros países no tienen 10 años más para desperdiciar en discusiones administrativas que no llegan a nada. El acuerdo con la Unión Europea es el monumento a la desidia y a la falta de voluntad política real de integrarnos al mundo«.
Otro de los ejes centrales del discurso estuvo dedicado a Venezuela, el presidente abordó la situación democrática de la región calificando al gobierno de Nicolas Maduro como una “dictadura atroz e inhumana”. Además, respaldó la presión ejercida por los Estado Unidos, extendiendo su apoyo al presidente Trump.
No solo manifestó su apoyo al accionar estadounidense, sino que instó a los demás integrantes del bloque a tomar el mismo camino y “condenar tajantemente a este experimento autoritario”. El presidente exigió la liberación de todos lo presos políticos y, por sobre todas las cosas, por la libertad del gendarme argentino Nahuel Gallo, detenido ilegalmente hace poco más de un año, el pasado 8 de diciembre de 2024.
En materia de soberanía, Milei recalcó el apoyo del Mercosur a los derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes, en línea con una posición histórica de la política exterior argentina frente a más de 200 años de ocupación ilegal británica.
Para finalizar, el presidente se expresó en torno al cambio de rumbo político e ideológico que se está dando en la región, haciendo especial énfasis en la reciente victoria de José Antonio Kast en las elecciones presidenciales en Chile como muestra clara de la demanda social por economías más abiertas y flexibles. “Este giro político debe ser interpretado como una clara señal para el Mercosur, o el bloque comienza a acompañar esta nueva realidad o quedará atrapado en una inercia que el mundo ya dejó atrás”, sostuvo el presidente en el cierre de su discurso.
