Dinamarca se prepara para recibir esta semana a líderes de la Unión Europea en Copenhague en medio de un refuerzo de las medidas de seguridad, luego de que recientes incursiones con drones obligaran a cerrar aeropuertos y desataran la alarma en el país nórdico. Las autoridades locales y varios socios de la OTAN han considerado estos incidentes como una amenaza grave para infraestructuras críticas y un posible ataque híbrido, en un contexto de crecientes tensiones con Rusia.
Este lunes, Francia, Alemania y Suecia anunciaron el despliegue de medios y personal para apoyar a Dinamarca. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, informó que Suecia enviaría sistemas “Counter-UAS” y varios radares para reforzar la defensa aérea danesa, mientras que su policía trasladará efectivos a Copenhague a pedido de las autoridades locales.
Por su parte, Francia aportará un contingente de 35 militares y un helicóptero Fennec, empleado en operaciones de seguridad aérea. El aparato cuenta con francotiradores equipados con fusiles NEROD RF capaces de interferir la comunicación entre los drones y sus operadores. El Ministerio de las Fuerzas Armadas francés subrayó que la misión, que se desarrollará en cooperación con las autoridades danesas, refleja la solidaridad europea ante amenazas.

Por decisión del Presidente de la República, en respuesta al reciente aumento de vuelos de drones no identificados en el espacio aéreo danés, las fuerzas armadas francesas están reforzando las fuerzas armadas danesas en preparación para la cumbre informal de la Unión Europea en Copenhague los días 1 y 2 de octubre de 2025
Alemania desplegará alrededor de 40 soldados para contribuir a la detección, identificación y neutralización de aeronaves no tripuladas durante las cumbres. Berlín confirmó que la misión permanecerá en territorio danés hasta el 7 de octubre y que los militares llevarán consigo equipamiento especializado. Asimismo, la fragata de defensa aérea FGS Hamburg, de la clase Sachsen, arribó el domingo a Copenhague como parte de la operación Baltic Sentry de la OTAN, destinada a reforzar la vigilancia en el Mar Báltico ante la actividad sospechosa de drones.

La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, acusó a Rusia de ser “el principal país que representa una amenaza para la seguridad europea” y señaló que los incidentes con drones constituyen el ataque más grave contra infraestructuras críticas de su país. Moscú, por su parte, ha rechazado cualquier implicación. A raíz de los episodios, Dinamarca prohibió el uso de drones civiles en su espacio aéreo para evitar confusiones con aparatos hostiles.
Los incidentes tuvieron lugar entre el 22 y el 23 de septiembre, cuando drones desconocidos obligaron a suspender las operaciones en los aeropuertos de Copenhague y Oslo. En los días siguientes, nuevos sobrevuelos llevaron al cierre temporal de otros aeropuertos daneses, como Aalborg, y de la base aérea de Skrydstrup. Autoridades danesas sospechan que los drones pudieron haber sido lanzados desde buques vinculados a Rusia, incluidos el carguero Astrol 1, el petrolero Pushpa, el carguero Oslo Carrier 3 y el buque de desembarco Aleksandr Chabalin, que operaban en el Báltico.
El ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen, calificó los incidentes como obra de un “agente profesional” y una “amenaza sistemática”. Frederiksen los definió como “ataques híbridos” y destacó la necesidad de una respuesta conjunta europea. Asimismo, las incursiones coincidieron con otros reportes de drones sobre instalaciones estratégicas en países aliados de la OTAN, como Francia, Noruega, Estonia y los Países Bajos, y se produjeron pocas semanas después de la violación del espacio aéreo polaco el 9 de septiembre, que fue repelida por aeronaves de la alianza atlántica.