En el marco de la Operación Highmast, el Grupo de Ataque (CSG 2025) liderado por el portaaviones HMS Príncipe de Gales, se unió a una formación naval integrada por buques de la Armada estadounidense, la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón y la Fuerza de Defensa australiana.
Además del HMS Príncipe de Gales, fueron desplegados el portaaviones clase Nimitz USS George Washington, un buque de asalto anfibio clase Wasp, y el JS Kaga, cada uno con sus respectivos buques escoltas y su aviación embarcada.
Adicionalmente, participaron de los ejercicios las fragatas Méndez Nuñez (España) y Roald Amundsen (Noruega), que contribuyen a la defensa aérea del portaaeronaves británico en su despliegue por el Indopacífico.

Con los tres gigantes y sus buques escoltas en el mar, decenas de aviones de combate F-35B Lightning II y F/A-18 Super Hornet surcaron el cielo junto a aeronaves de alerta temprana y control aerotransportado en una masiva exhibición de poder aéreo.
El entrenamiento conjunto apunta a fortalecer la interoperabilidad entre los aliados en una zona donde se busca disuadir a China, cuya Armada ya es la más grande del mundo en cuanto a cantidad de embarcaciones, siendo motivo de preocupación para Washington y los países de la región.

Este despliegue multilateral tuvo lugar pocos días después del ejercicio Talisman Sabre, realizado entre las armadas de Australia y Estados Unidos junto a socios regionales del Indopacífico. Esta operación concluyó oficialmente el 4 de agosto, y también contó con la participación del Grupo de Ataque de Portaaviones del HMS Príncipe de Gales, y embarcaciones de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón.
