En la mañana del jueves, Rusia atacó la capital ucraniana con misiles y drones, en una ofensiva que el presidente Volodímir Zelensky calificó como la respuesta de Moscú a los recientes esfuerzos diplomáticos por poner fin a la guerra. Según las autoridades locales, murieron al menos 18 personas, entre ellas cuatro niños, y 38 resultaron heridas.

El bombardeo, descrito por el alcalde Vitali Klitschko como uno de los más intensos contra la Kiev en los últimos meses, provocó daños generalizados en todos los distritos de la ciudad. Entre los edificios afectados se encuentran la misión de la Unión Europea y las oficinas del British Council. Aunque no hubo víctimas en esas sedes diplomáticas, la Unión Europea y el Reino Unido convocaron a los delegados rusos para presentar protestas formales.

Durante el ataque, se registraron explosiones en numerosos barrios de la ciudad. Uno de los misiles impactó de lleno en un complejo de viviendas ubicado en frente de la oficina del British Council, dejando escenas captadas por cámaras de seguridad que luego fueron difundidas en redes sociales.

Las fuerzas ucranianas informaron que lograron derribar 563 de casi 600 drones y 26 de 31 misiles lanzados por Rusia en todo el país. No obstante, los ataques golpearon 13 localidades y afectaron instalaciones energéticas, lo que también provocó cortes de electricidad en distintas locaciones.

En tanto, Zelenski acusó a Moscú de preferir “la balística a la mesa de negociaciones” y pidió a sus aliados nuevas sanciones. La presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, condenó la ofensiva, señalando que “es otro sombrío recordatorio de lo que está en juego” y anunció que los países del bloque se encuentran ultimando un nuevo paquete de sanciones.

En Londres, el primer ministro británico Keir Starmer denunció que “Putin está matando a niños y civiles y saboteando las esperanzas de paz”, tras confirmarse los daños al edificio del British Council. El secretario de Asuntos Exteriores, David Lammy, remarcó que el embajador ruso fue convocado de urgencia y pidió “poner fin a la matanza y la destrucción”.