Este martes, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia declaró que el proyecto de la «Cúpula Dorada» representa un riesgo para la estabilidad estratégica debido a la instalación de un sistema global de defensa antimisiles que supone la iniciativa de Washington.

Por su parte, Corea del Norte asegura que el nuevo sistema de defensa multicapas propuesto por la administración Trump podría convertir al espacio ultraterrestre «en un potencial campo de batalla nuclear». El Ministerio de Asuntos Exteriores de Pionyang se refirió al plan como «el colmo de la autocomplacencia y la arrogancia».

En esta línea, el régimen de Kim Jong un, que en 2022 aprobó una ley para declararse «un Estado con armamento nuclear», afirmó que Estados Unidos podría desencadenar una carrera armamentista en el espacio.

Estas críticas por parte de Moscú y Pionyang se suman a las de Pekín, que la semana pasada expresó su preocupación luego de que Trump anunciara el proyecto. Según el gobierno chino, la iniciativa de la Cúpula Dorada presenta «fuertes implicancias ofensivas» que podría poner en riesgo el equilibrio global.

«Estados Unidos, al aplicar una política de EE.UU. primero, está obsesionado con buscar su propia seguridad absoluta. Esto viola el principio de que la seguridad de todos los países no debe verse comprometida y socava el equilibrio estratégico y la estabilidad global» sostuvo el Ministerio de Asuntos Exteriores de China.

El proyecto consiste en un sistema de defensa antimisiles cuya implementación demandaría USD 175.000 millones, aproximadamente, y que según Trump, podría estar operativo al final de su mandato. Sin embargo, expertos sugieren que el costo podría ser mucho mayor al estimado, y que el desarrollo del sistema podría tardar varios años.

El anuncio de Trump tuvo lugar cuatro meses después de que el presidente le encargase al Pentágono la elaboración de planes para defender el territorio estadounidense de ataques aéreos de gran magnitud. Si bien no se conocen muchos detalles, el sistema incluiría sensores e interceptores instalados en el espacio ultraterrestre. Esto último es lo que despierta la preocupación de los rivales de Washington, ante la posibilidad de una eventual carrera armamentista espacial.