El cambio de proveedor por el que optaron recientemente los importadores chinos de soja, enfrenta algunos obstáculos de momento, ya que numerosos cargamentos de oleaginosas brasileñas que iban a ser exportados al gigante asiático, se encuentran paralizados por no cumplir con requisitos fitosanitarios. Esta situación tiene lugar en medio del fortalecimiento de la posición de Brasil en el mercado internacional de soja, a expensas de los Estados Unidos. Y según informó Reuters, el problema afecta a cinco entidades brasileñas; Terra Roxa, Olam, C.Vale, Cargill y ADM.
Las fuentes consultadas por la agencia de noticias, dijeron que se habían encontrado algunos cargamentos con contaminación química, plagas o insectos. En virtud de esta irregularidad, a comienzos de enero Brasil suspendió los envíos a China de Terra Roxa, Olam Brasil y C.Vale Cooperativa Agroindustrial, firmas que se encuentran entre los mayores proveedores de Pekín. Algunos días más tarde, ya a mediados de este mes, las aduanas chinas suspendieron los envíos de Cargill Agricola SA y ADM do Brasil.
Por el momento no se conoce cuando tiempo durará la suspensión, pero los comerciantes prevén que finalizará a corto plazo. En tanto, la resolución del problema y la reanudación de los envíos de soja, está en manos de las empresas brasileñas, que ahora deben realizar las tareas necesarias para adecuar los cargamentos a los requisitos fitosanitarios.
El regreso de Trump empuja a China a optar por la soja brasileña
Con la llegada de Trump a la Casa Blanca y las perspectivas de un recrudecimiento de la guerra comercial entre Washington y Pekín, los compradores chinos comenzaron a inclinarse por importar soja brasileña en vez de estadounidense. De este modo, optan por oleaginosas a precios más baratos y evitan al riesgo de quedar en el fuego cruzado de una eventual guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, que recibe el 60% de toda la soja que se exporta en el mundo. El gran ganador de esta situación venía siendo Brasil, que en el primer trimestre del 2024 aportó el 54% de las importaciones chinas de soja, mientras que los envíos estadounidenses representaron un 38%.
En 2016, las oleaginosas de Estados Unidos constituían el 40% de las importaciones chinas de soja, y las de Brasil un 46%. Para los primeros 11 meses del 2024, el porcentaje estadounidense cayó a 18%, y la participación de la soja brasileña se fue a un 74%, según datos de las aduanas chinas. Esta situación se vió potenciada por las expectativas del regreso de Trump a la presidencia, y este año, los importadores chinos se lanzaron a la compra de oleaginosas brasileñas, con mayor rapidez y volumen, en detrimento de la posición estadounidense en el mercado. Sin embargo, este cambio hacia Brasil se encontró con algunos obstáculos en los primeros días del año, ya que algunas de las principales empresas que exportan soja a China vieron suspendidos sus envíos debido a irregularidades fitosanitarias.