Suecia y Ucrania firmaron una carta de intención que podría permitir la transferencia de entre 100 y 150 aviones de combate Saab JAS 39 Gripen, en lo que sería el mayor contrato de exportación de defensa de la historia sueca. El anuncio fue realizado por el primer ministro Ulf Kristersson tras reunirse con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy en la ciudad de Linköping, sede de la empresa Saab, fabricante del caza Gripen, el sistema de alerta temprana GlobalEye y diversos equipos militares de alta tecnología.
Ambos mandatarios presentaron un acuerdo de cooperación en materia de defensa aérea que busca reforzar los lazos estratégicos a largo plazo entre ambos países. Kristersson señaló que Suecia “se compromete a explorar todas las posibilidades” para dotar a Ucrania de una flota significativa de cazas Gripen en el futuro, aunque advirtió que la producción y entrega de los primeros fuselajes podría tardar hasta tres años. Por su parte, Zelensky afirmó que los Gripen son “una prioridad” para su país y expresó su deseo de comenzar a recibirlos a partir de 2026.

El presidente ucraniano explicó que los aviones suecos ofrecen ventajas clave en términos de coste y maniobrabilidad frente a modelos occidentales como el F-35 estadounidense. En esta línea, el Gripen se destaca por su facilidad de mantenimiento y su capacidad de desplegarse rápidamente en condiciones de combate. Además, los pilotos ucranianos ya realizaron vuelos de prueba en Suecia en 2023, lo que facilitaría la incorporación del sistema de armas al aparato militar de Kiev una vez entregados los aviones.
El posible acuerdo se suma al proceso de modernización de la aviación ucraniana, que desde 2024 incorpora cazas F-16 estadounidenses y Mirage 2000 franceses. La incorporación de los Gripen representaría un salto tecnológico considerable: el modelo E está equipado con radar AESA, sistemas avanzados de guerra electrónica y la capacidad de emplear el misil aire-aire Meteor, de largo alcance.

Un elemento importante que aún no está definido es la financiación de la operación. Kristersson señaló que podría provenir parcialmente de activos rusos congelados en Occidente o de los fondos de la llamada “coalición de los dispuestos”, integrada por países que han respaldado militarmente a Kiev. Si se concreta el acuerdo, la Fuerza Aérea Ucraniana podría operar un número de cazas Gripen equivalente al de la flota sueca, lo que transformaría de manera sustancial su capacidad de defensa aérea.
Saab, que recientemente obtuvo nuevos contratos con Tailandia y mantiene negociaciones con Colombia, consolidaría con este pedido su posición como uno de los principales fabricantes de cazas de combate de Europa. “Los Gripen están entre los mejores del mundo”, declaró Zelensky, agradeciendo a Suecia por su apoyo y cooperación.