“No lo sé. Sí lo creía, y cada vez estoy más… menos seguro”, declaró Trump en una entrevista publicada este miércoles , tras ser consultado sobre sus expectativas de lograr un compromiso que frene el programa nuclear de Teherán.
El mandatario culpó al régimen iraní por el estancamiento de las conversaciones y advirtió que Washington no permitirá el desarrollo de armas nucleares por parte de la República Islámica, con o sin acuerdo.
Las declaraciones del líder estadounidense tienen lugar días antes de una nueva ronda de negociaciones, previstas para este fin de semana en Omán. Al respecto, Irán anticipó que presentará una contrapropuesta a la oferta presentada por Estados Unidos, calificada por el régimen de «inaceptable».
En tanto, Trump sostuvo que las charlas con los iraníes se han vuelto “mucho más agresivas” y reiteró la amenaza de recurrir a bombardeos si no se logra frenar el enriquecimiento de uranio en Irán, algo sobre lo que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) viene advirtiendo desde hace meses.
A finales del año pasado, Rafael Grossi, director general de la OIEA, advirtió que si Irán continuaba elevando un poco más el nivel de pureza de su uranio enriquecido al 60%, estaría en condiciones de producir seis bombas nucleares (el nivel de pureza necesario para esto es del 90%).
De este modo, la cuestión del enriquecimiento de uranio es el centro de las diferencias. Mientras que Washington y sus aliados insisten en que esta actividad abre la puerta a un posible desarrollo de armas nucleares, Teherán sostiene que su programa es exclusivamente pacífico, y que no está dispuesto a dejar de enriquecer uranio.
En este marco, Rusia ofreció una vía intermedia: retirar de Irán el material altamente enriquecido y convertirlo en combustible para reactores civiles. Moscú, que mantiene una alianza estratégica con Teherán, propuso oficial de intermediario para destrabar el asunto. “Estamos dispuestos a brindar asistencia tanto política como práctica”, dijo el viceministro de asuntos exteriores ruso Sergei Ryabkov.
La posibilidad de que las negociaciones fracasen aumenta considerablemente los riesgos de un conflicto regional. El ministro de defensa iraní, Aziz Nasirzadeh, advirtió que «si se le impone a Irán un enfrentamiento militar», las bases estadounidenses en la región están al alcance de los misiles de Teherán.