Este lunes, el presidente estadounidense prorrogó por otros 90 días la suspensión de los aranceles más altos a los productos procedentes de China, evitando que entraran en vigor a la medianoche del martes. La medida en cuestión retrasa hasta el 10 de noviembre la aplicación de gravámenes que en algunos casos podrían alcanzar el 145%.
La orden ejecutiva firmada por Trump establece que todos los ítems de la tregua comercial que se acordó con Pekín en mayo permanecerán vigentes. “Acabo de firmar una orden ejecutiva que extenderá la suspensión arancelaria a China por otros 90 días”, escribió el mandatario quien afirmó que mantiene una “muy buena” relación con su homólogo chino, Xi Jinping.
Horas antes del anuncio, el Ministerio de Exteriores de China había expresado su esperanza de que Washington buscara “resultados comerciales positivos” apuntando a preservar “igualdad, el respeto y el beneficio mutuo”. Posteriormente, se confirmó que Pekín mantendrá durante 90 días la suspensión de su propio aumento arancelario.
Estados Unidos continúa dialogando con la República Popular China para abordar la falta de reciprocidad comercial en nuestra relación económica y las consiguientes preocupaciones en materia de seguridad nacional y económica. A través de estas conversaciones, China continúa dando pasos significativos para remediar los acuerdos comerciales no recíprocos y abordar las preocupaciones de Estados Unidos en materia económica y de seguridad nacional.
El domingo, Trump le había exigido a China que incrementara considerablemente sus compras de soja estadounidense, aunque esta condición no fue plasmada en la orden ejecutiva del lunes. En tanto, el texto de la medida insiste en que los persistentes déficits comerciales constituyen “una amenaza inusual y extraordinaria” para la economía y la seguridad nacional de Estados Unidos.
La nueva prórroga extiende la tregua hasta la medianoche del 10 de noviembre, dejando un plazo de tres meses para intentar alcanzar un acuerdo que evite la aplicación mutua de aranceles de gran magnitud y permita aliviar la tensión comercial entre las dos principales economías del mundo.