Donald Trump firmó este miércoles una orden ejecutiva que establece un arancel adicional del 25% para los productos provenientes la India, elevando el gravamen total al 50%, el más alto aplicado por Washington a un socio comercial actualmente. La medida responde a las continuas compras de petróleo ruso por parte de Nueva Delhi, acusada por funcionarios norteamericanos de «financiar la guerra en Ucrania» a través de la importación de energía rusa.

La medida entrará en vigor dentro de 21 días, por lo que el gobierno indio tendrá un margen de tiempo para negociar una rebaja de los aranceles y evitar un duro golpea a su economía. En tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático calificó los nuevos gravámenes como “injustos, injustificados e irrazonables”, y afirmó que India tomará “todas las medidas necesarias” para defender sus intereses. Asimismo, remarcó que las importaciones de crudo responden a las necesidades energéticas de un país de 1.400 millones de habitantes, y que se rigen por criterios económicos.

En este contexto de fricciones con Washington, el primer ministro indio, Narendra Modi, se encuentra preparando una visita oficial a China para participar en la próxima cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), que tendrá lugar el 31 de agosto en la ciudad de Tianjin. Será su primer viaje al país vecino desde 2018, en el marco de un enfriamiento de las relaciones bilaterales luego de una etapa de tensiones provocadas por el enfrentamiento fronterizo en 2020.

El acercamiento con Pekín, que cobró impulso tras el diálogo entre Modi y Xi Jinping en octubre de 2024 durante la cumbre de los BRICS en Rusia, podría tomar una nueva dimensión ante el endurecimiento de la política exterior estadounidense. Trump incluso ha amenazado con imponer aranceles adicionales a los miembros del grupo BRICS por su presunto alineamiento con políticas “antiamericanas”.