Ucrania firmó una carta de intenciones con Francia para obtener 100 cazas Rafale en los próximos 10 años, anunció el presidente Volodímir Zelensky durante su visita a París, en un contexto marcado por el recrudecimiento de los ataques rusos a ciudades ucranianas. El acuerdo, firmado junto al presidente Emmanuel Macron en la base aérea de Villacoublay, constituye un compromiso político para impulsar la futura adquisición de aviones de combate junto con sistemas de defensa aérea, bombas y drones, según informaron medios franceses.
Macron calificó la iniciativa como un paso “enorme” en el marco de la reconstrucción del poder aéreo ucraniano y destacó su impacto positivo para la industria de defensa francesa. Luego del anuncio, las acciones de Dassault Aviation, subieron un 7,4%. La iniciativa tiene lugar mientras Kiev intenta reforzar sus defensas frente al incremento de los bombardeos rusos y a medida que se intensifican las discusiones con Francia sobre la provisión de más equipamiento militar.

En términos estratégicos, el acuerdo está orientado al fortalecimiento de las capacidades militares ucranianas en el largo plazo, ya que operar un caza avanzado como el Rafale demandaría un extenso proceso de entrenamiento para pilotos y personal técnico. En paralelo, París se comprometió a aumentar el suministro de aviones Mirage, además de un nuevo lote de misiles tierra-aire Aster 30 para las baterías SAMP/T utilizadas por Ucrania.
Los intentos ucranianos por revitalizar su aviación de combate vienen tomando forma desde octubre, cuando Zelensky firmó una carta de intenciones para un posible pedido de cerca de 100 Gripen E/F suecos, mientras mantenía negociaciones paralelas con Francia y Estados Unidos para la incorporación de Rafale y F-16. El objetivo declarado de Ucrania es dotar a su Fuerza Aérea de unas 250 aeronaves nuevas. Si la operación de los Rafale para Kiev se concreta, Ucrania podría convertirse en el mayor cliente de exportación del modelo, superado solo por India si se confirma el nuevo pedido de 114 aeronaves.

No obstante, la concreción del proyecto implica numerosos desafíos. La financiación mediante activos rusos congelados, una de las ideas que se habrían barajado, plantea obstáculos legales y diplomáticos dentro de la Unión Europea, mientras que la capacidad industrial de Dassault constituye otro factor a considerar. La empresa tiene previsto aumentar su producción de tres a cinco aviones al mes, pero su director general, Éric Trappier, advirtió que los tiempos están condicionados por tensiones en la cadena de suministro, dentro de la cual hay cientos de subcontratistas.
Antes de firmar la carta de intenciones, Zelensky mantuvo un encuentro con representantes de la industria de defensa francesa, incluidos ejecutivos de Dassault, y tiene previsto asistir a un foro sobre desarrollo de drones del que participarán empresas francesas y ucranianas.
