Ucrania afirma haber llevado a cabo un ataque sin precedentes contra un submarino ruso en la base naval de Novorossiysk, en el Mar Negro, mediante el empleo de un dron submarino de desarrollo propio. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) informó el 15 de diciembre que la operación, realizada en coordinación con la Armada ucraniana y unidades de contrainteligencia militar, tuvo como objetivo a un submarino del Proyecto 636.3, conocido como clase Kilo Mejorado o Varshavyanka.
Según la versión oficial ucraniana, el ataque se realizó utilizando un vehículo submarino no tripulado denominado “Sub Sea Baby”, una evolución de los drones navales Sea Baby empleados previamente contra buques rusos. El SBU difundió un video que mostraría el momento en que el dron impacta a un submarino amarrado dentro de la base, seguido de una explosión. De acuerdo con Kiev, la detonación habría provocado daños críticos en el casco y en los sistemas de propulsión, dejando al buque fuera de servicio.
Las autoridades ucranianas sostienen que el submarino atacado estaba equipado con cuatro lanzadores de misiles de crucero Kalibr, utilizados por Rusia en ataques contra territorio ucraniano. En esta línea, Kiev estima el valor de un submarino de la clase Kilo en alrededor de USD 400 millones, con un costo de reemplazo que podría acercarse a los USD 500 millones debido a las sanciones occidentales que pesan sobre la industria naval rusa.
El ataque se produce en un contexto de intensificación de la guerra marítima en el Mar Negro. En las semanas previas, Ucrania atacó varios petroleros vinculados a la denominada Flota Fantasma rusa que se dirigían a Novorossiysk para cargar crudo, inutilizando algunos buques mediante el uso de drones navales de superficie. Estos ataques tenían por objetivo interrumpir las exportaciones energéticas rusas y hacer presión sobre la logística marítima de Moscú, que respondió con ataques contra buques comerciales en puertos ucranianos.
Por su parte, Rusia negó categóricamente las afirmaciones ucranianas. El Ministerio de Defensa ruso aseguró que el intento de sabotaje fracasó y que ningún buque ni submarino resultó dañado en la bahía de Novorossiysk. Moscú no difundió imágenes ni detalles que respalden su versión, limitándose a un comunicado. No obstante, por el momento no existe verificación que confirme la magnitud real de los daños causados o si el submarino fue hundido.
