Este martes Ucrania manifestó su respaldo al marco general del acuerdo de paz promovido por Estados Unidos, aunque subrayó que los puntos más sensibles deberán definirse directamente entre el presidente Volodymyr Zelensky y Donald Trump. El gesto de Kiev sugiere que los esfuerzos diplomáticos de la Casa Blanca comienzan a lograr avances, pero cualquier expectativa de progreso continúa sujeta a la posición de Moscú, que insiste en que ningún entendimiento podrá alejarse de sus propios objetivos.
Negociadores ucranianos y estadounidenses se reunieron el domingo en Ginebra para discutir la última versión del plan impulsado por Washington.En paralelo, el secretario del Ejército estadounidense, Dan Driscoll, mantuvo contactos el lunes y martes con representantes rusos en Abu Dabi, en un intento por acercar posiciones. Según un funcionario ucraniano, “Ucrania, después de Ginebra, apoya la esencia del marco”, aunque todavía hay elementos sensibles que siguen siendo materia de discusión entre los mandatarios. El jefe de seguridad nacional ucraniano, Rustem Umerov, deslizó incluso que Zelensky podría viajar a Estados Unidos en los próximos días, aunque la visita no fue confirmada por Washington.
Por su parte, la Casa Blanca afirmó haber logrado “enormes avances” hacia un acuerdo, aunque reconoció que persisten detalles “delicados, pero no insuperables” que demandan nuevas rondas de diálogo entre las tres partes. El clima internacional también reaccionó a las señales de progreso: los precios del petróleo retrocedieron tras informes que sugerían que Kiev podría estar dispuesta a aceptar un entendimiento para ponerle fin a la guerra.
En el terreno, la crudeza del conflicto sigue azotando las ciudades ucranianas. Kiev fue blanco de una oleada de misiles y drones rusos que dejó al menos siete muertos y afectó nuevamente el suministro de electricidad. Las autoridades locales reportaron incendios en edificios residenciales y evacuaciones, en medio de intensas operaciones de defensa aérea. En Rusia, por su parte, las autoridades informaron que al menos tres personas murieron en un ataque ucraniano en la región de Rostov.

Umerov afirmó que existe “un entendimiento común sobre los términos centrales” del acuerdo tras la reunión en Ginebra. Un funcionario estadounidense citado por la BBC sostuvo que Ucrania “ha aceptado un acuerdo de paz” con algunos detalles aún por definir. Sin embargo, los disensos con Moscú siguen siendo importantes. El Kremlin rechazó las enmiendas propuestas por Reino Unido, Francia y Alemania, que excluyen el reconocimiento de territorios ocupados, fortalecen el tamaño de las fuerzas ucranianas y mantienen abierta la posibilidad de que Ucrania ingrese en la OTAN. Zelensky celebró estas modificaciones, asegurando que ahora la lista de medidas necesarias para terminar la guerra “puede ser viable”.
Desde Moscú, el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, sostuvo que Rusia aún no recibió la “versión provisional” del plan revisado y reiteró que cualquier acuerdo deberá reflejar el “espíritu y la letra” de las conversaciones que tuvieron lugar en el mes de agosto, en Alaska, entre Trump y Putin.

En tanto, líderes europeos intensificaron consultas para coordinar posiciones frente al nuevo escenario. El presidente francés, Emmanuel Macron, calificó el momento como una “coyuntura crucial” y afirmó que existe una oportunidad real de avanzar hacia “una buena paz”, aunque insistió en la necesidad de mayores garantías de seguridad para Ucrania. Desde Londres, el primer ministro británico, Keir Starmer, encabezó una reunión virtual de la “coalición de los dispuestos” y aseguró que las conversaciones “avanzan en una dirección positiva”.
