Una nueva medida del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) simplifica los trámites para los prestadores de servicios de fraccionamiento móvil. Con la Resolución 4/2025, estas empresas ahora solo necesitan presentar su constancia de CUIT, eliminando requisitos burocráticos que antes dificultaban su registro. Esta simplificación apunta a mejorar la logística del sector vitivinícola y a fortalecer la capacidad de exportación.
El cambio beneficia especialmente a las pequeñas y medianas bodegas que no disponen de infraestructura propia para realizar procesos como fraccionar, filtrar, embalar, taponar, o etiquetar. Además, asegura el cumplimiento de los estándares internacionales de calidad y trazabilidad exigidos por mercados clave como Estados Unidos, China y Europa.
En 2023, las exportaciones de vino argentino hacia Europa enfrentaron su peor época en décadas. Según el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), las exportaciones totales disminuyeron un 25% en volumen, alcanzando 185 millones de litros, la cifra más baja desde 2004. Este descenso refleja una contracción en el comercio, que impactó tanto a países tradicionalmente importadores como Alemania y el Reino Unido, aunque también se mantiene la oportunidad de posicionar productos de mayor valor agregado. En 2024, hubo una leve recuperación con un incremento del 5,6% en el volumen exportado.
Desde una perspectiva estratégica, esta resolución mejora la posición de Argentina en el comercio internacional, permitiéndole competir con mayor facilidad con países como Chile y España. Al reducir costos operativos y facilitar el acceso a servicios clave, se promueve la diversificación de mercados y se aumenta la competitividad del sector.
Paralelamente, el Ministerio de Economía mediante la Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios e Inserción Internacional ya implementó un sistema de certificación electrónica bajo la Disposición 23/2024, que exige que las empresas, incluidas las vitivinícolas que deseen emitir warrants o certificados de depósito, se inscriban en un registro oficial. Esta medida fomenta la formalización del sector y facilita el acceso a herramientas financieras, permitiendo a bodegas utilizar su producción como garantía para créditos y mejorar su competitividad.
Con esta iniciativa, Argentina busca modernizar su industria vitivinícola para consolidar y mejorar su posición en el mercado global. La cual se destaca por la calidad de sus productos y su capacidad de adaptarse a las demandas internacionales. En este marco, la eliminación de barreras burocráticas facilita el desarrollo del rubro y amplifica un mercado tradicional del país.
Por Ramiro Cura.